📖✨ El Evangelio del Domingo: Un Encuentro Especial con Dios 🙏🌟
El domingo es un día sagrado, un momento especial en el que nos reunimos como comunidad para escuchar la Palabra de Dios y dejarnos guiar por su amor infinito. El Evangelio del Domingo es un regalo que nos invita a detenernos, reflexionar y renovar nuestra fe.
En medio de nuestras ocupaciones diarias, el domingo nos brinda la oportunidad de hacer una pausa y volver la mirada al Señor. Es un día para recargar el alma, encontrar consuelo en su mensaje y fortalecer nuestro compromiso de vivir según su voluntad.
Cada Evangelio dominical nos trae una enseñanza profunda que ilumina nuestro camino. A través de las palabras de Jesús, encontramos respuestas a nuestras dudas, aliento en las pruebas y dirección en nuestra vida. Su mensaje nos llama a la conversión, al perdón y al amor sincero hacia los demás.
El Evangelio del Domingo también nos recuerda la importancia de la comunidad. Juntos, como hermanos en la fe, celebramos la Eucaristía y nos alimentamos del Pan de Vida. Es un momento de comunión con Dios y con nuestros hermanos, una oportunidad para crecer en la unidad y en el servicio mutuo.
Que cada domingo sea una ocasión para abrir el corazón a la Palabra de Dios y permitir que transforme nuestra vida. Que el Evangelio nos inspire a ser testigos de su amor y a compartir con alegría la luz de Cristo.
Hoy es un día perfecto para dejarse iluminar por Su Palabra. ¡Que el Evangelio del Domingo sea una bendición para ti y para todos aquellos que lo escuchan con un corazón abierto! ✝️✨📖
Calendario litúrgico de Domingo
Domingo: XXVII Domingo ordinario
Solemnidad
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4
Segunda lectura:
2 Timoteo 1, 6-8. 13-14
Aclamación antes del Evangelio:
1 Pedro 1, 25
Evangelio:
Lucas 17, 5-10
Color litúrgico: Blanco
domingo, 5 de octubre de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión
Primera lectura
Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4
¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio,
sin que me escuches,
y denunciaré a gritos la violencia que reina,
sin que vengas a salvarme?
¿Por qué me dejas ver la injusticia
y te quedas mirando la opresión?
Ante mí no hay más que asaltos y violencias,
y surgen rebeliones y desórdenes.
El Señor me respondió y me dijo:
"Escribe la visión que te he manifestado,
ponla clara en tablillas
para que se pueda leer de corrido.
Es todavía una visión de algo lejano,
pero que viene corriendo y no fallará;
si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta.
El malvado sucumbirá sin remedio;
el justo, en cambio, vivirá por su fe".
Segunda lectura
2 Timoteo 1, 6-8. 13-14
Querido hermano: Te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación.
No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. Conforma tu predicación a la sólida doctrina que recibiste de mí acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
Aclamación antes del Evangelio
1 Pedro 1, 25
R. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios permanece para siempre.
Y ésa es la palabra que se les ha anunciado.
R. Aleluya.
En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería.
¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: 'Entra en seguida y ponte a comer'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú'? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: 'No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer' ".
Reflexión
El Señor compara la fe perfecta al grano de mostaza porque en su aspecto es humilde, pero ardiente en lo interior (San Beda el Venerable)
Quien está sólidamente fundado en la fe, quien tiene plena confianza en Dios y vive en la Iglesia, es capaz de llevar la fuerza extraordinaria del Evangelio (Benedicto XVI)
La salvación viene sólo de Dios; pero puesto que recibimos la vida de la fe a través de la Iglesia, ésta es nuestra madre: Creemos en la Iglesia como la madre de nuestro nuevo nacimiento (…) (Fausto de Riez). Porque es nuestra madre, es también la educadora de nuestra fe (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 169)
Santo del día
Confiados al cuidado de San Benito en Subiaco, Plácido y Mauro se convirtieron en sus discípulos favoritos. Hay un episodio que los ve juntos: un día Plácido cayó en un lago y Benedicto, que lo supo por revelación divina, envió a Mauro que milagrosamente pudo caminar sobre las aguas para salvarlo.
Entre los Santos que han hecho de la misericordia su misión de vida, encontramos ciertamente a Santa Faustina Kowalska, la humilde monja polaca a la cuál Jesús mismo ha confiado el mensaje de la Divina Misericordia y el deber de difundir el culto. La Iglesia la recuerda el 5 de octubre.
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Versículo del Día
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)