Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del día - Descubra o Santo Celebrado Hoje

Santo del Día

"Un Testimonio de Fe y Amor"

 
Cada día, la Iglesia nos presenta la vida de un santo o santa, un testimonio vivo de fe, entrega y amor a Dios. El Santo del Día es una inspiración para nuestro camino espiritual, recordándonos que todos estamos llamados a la santidad, sin importar nuestras circunstancias. 
 
Las historias de los santos nos muestran que la fidelidad a Dios se vive en lo cotidiano, en el servicio a los demás y en la confianza absoluta en su providencia. Algunos fueron mártires, otros misioneros, algunos vivieron en la humildad y el silencio, pero todos compartieron un amor ardiente por Cristo y su Evangelio. 
 
Al conocer la vida del Santo del Día, encontramos un modelo a seguir, un hermano o hermana en la fe que intercede por nosotros. Nos enseñan con su ejemplo cómo perseverar en la oración, cómo enfrentar las dificultades con esperanza y cómo amar sin medida.
 
Los santos no fueron personas perfectas, sino seres humanos que, con sus virtudes y debilidades, permitieron que Dios obrara en sus vidas. Nos muestran que la santidad no es un ideal inalcanzable, sino una llamada real a vivir el amor en plenitud.
 
Que cada Santo del Día nos ayude a crecer en nuestra relación con Dios y a fortalecer nuestra fe. Que podamos aprender de su ejemplo y pedir su intercesión para seguir el camino de Cristo con alegría y determinación. 
 
Hoy es una nueva oportunidad para inspirarnos en su vida y acercarnos más a Dios. ¡Que el Santo del Día nos guíe e ilumine nuestro caminar hacia la santidad! ✝️✨📖
s. Marcos, Evangelista

El evangelista Marcos nació en una familia hebrea acomodada. De él sabemos solamente lo que narran los Hechos de los Apóstoles y algunas cartas de los santos Pedro y Pablo. No fue discípulo de Jesús, aunque algún estudioso lo identifica con el muchacho, hijo de la viuda María, que siguió a Jesús después del arresto en el huerto de Getsemaní.

Marcos colaboró con el Apóstol Pablo, a quien conoció en Jerusalén. Viajó con él a Chipre y, más tarde, a Roma. En el año 66, san Pablo escribe a Timoteo desde una cárcel romana: “Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio” (2Tm 4,11).

San Marcos en Roma y otros viajes

No se sabe si Marcos llegó a Roma a tiempo para asistir al martirio de Pablo, pero lo cierto es que en la capital del Imperio se puso al servicio de Pedro. La Basílica romana de San Marcos, en el centro histórico, testimonia su presencia: se dice que fue erigida en el lugar en el que estaba la casa en la que vivió el evangelista

San Pedro cita a menudo el nombre de Marcos. En su primera Carta, por ejemplo, leemos: “La iglesia en Babilonia, que ha sido elegida como ustedes, los saluda, lo mismo que mi hijo Marcos” (1Pt 5,13). Aparece también en los Hechos de los Apóstoles (12,12), después de que Pedro fuera liberado milagrosamente de la prisión: “Al advertir lo que le había sucedido, se dirigió a la casa de María, la madre de Juan, llamado Marcos, donde un grupo numeroso se hallaba reunido en oración”.

Después de la muerte de Pedro, se pierde la pista de Marcos. Una antigua tradición lo sitúa en Egipto como evangelizador y fundador de la Iglesia en Alejandría. Otra, refiere que antes de ir a Egipto viajó a Aquileia (en el norte de Italia) para ocuparse de la evangelización de la zona nordeste del Imperio. Allí convirtió a Ergamora, que fue el primer obispo de la ciudad. Tras salir de Aquileia, parece que, a causa de una tempestad, llegó a las islas Rialtinas, núcleo originario de la futura ciudad de Venecia. Allí soñó con un ángel que le prometió que en esa tierra dormiría en espera del último día.

El testimonio supremo de San Marcos

El evangelista Marcos murió probablemente entre los años 68 y 72, en Alejandría de Egipto. En los Actos de Marco (del siglo IV) está escrito que un 24 de abril los paganos lo arrastraron por las calles de Alejandría, atado con cuerdas por el cuello, y luego lo arrojaron a la cárcel. Allí fue confortado por un ángel. Al día siguiente sufrió el mismo tormento, y murió. Su cuerpo había sido destinado a las llamas, pero fue salvado por los fieles y sepultado en una gruta.

Desde allí fue trasladado, en el siglo V, a una iglesia. Según una leyenda, en el año 828, ante la amenaza de los árabes, dos mercaderes venecianos llevaron el cuerpo a su ciudad; y allí permanece sepultado en la Basílica dedicada a él. Algunas reliquias suyas se conservan también en El Cairo (Egipto), en la catedral de San Marcos, sede del Patriarca Copto Ortodoxo.

El Evangelio “concreto” de Marcos

Marcos es considerado como “el taquígrafo” de san Pedro. Su Evangelio fue escrito entre los años 50 y 60. Según la tradición, transcribió la predicación de Pedro, dirigida principalmente a los primeros cristianos de Roma, sin elaborarla o adaptarla a un esquema personal. Por eso, su Evangelio posee gran vivacidad y claridad. Escribió en griego, la lengua más hablada en aquellos tiempos, con el objetivo de demostrar el poder de Jesucristo, Hijo de Dios, que se manifestó en numerosos milagros.

Las palabras del Evangelio de Marcos “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” indican claramente, según el Papa Francisco, qué quiere Jesús de sus discípulos.

Marcos, patrón de Venecia

San Marcos fue elegido como patrón principal de Venecia en el año 1071. A lo largo de los siglos, la ciudad permaneció indisolublemente ligada a su persona, hasta el punto de que el símbolo del evangelista, el león alado, se convirtió en el símbolo de la ciudad.

San Marcos es también patrón de los notarios, los vidrieros y los ópticos. Es venerado como santo por varias iglesias cristianas, además de la católica, entre ellas la Ortodoxa y la Copta, que lo considera su patriarca.

Franca, entró en el monasterio benedictino de San Siro y se convirtió en abadesa. Intentó introducir la vida regular en el monasterio, pero suscitó una oposición. Más tarde, se convirtió en abadesa del monasterio de Montelana. Murió en 1218.  

Calendario Litúrgico de hoy

Hoy: Viernes en la Octava de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura: Hechos 4,1-12
Salmo Responsorial: Salmo 117, 1-2 y 4. 22-24. 25-27a
Secuencia -- opcional: Victimae paschali laudes
Aclamación antes del Evangelio: Salmo 117, 24
Evangelio: Juan 21, 1-14

Color litúrgico: Blanco

Reflexión

  • Los apóstoles y todos los discípulos, que estaban turbados por su muerte en la cruz y dudaban de su resurrección, fueron fortalecidos de tal modo por la evidencia de la verdad que, cuando el Señor subió al cielo, no sólo no experimentaron tristeza, sino que se llenaron de gran gozo (San León Magno)

  • El evangelista subraya que ‘ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor’. Y esto es importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como ‘el Señor’ (Francisco)

  • Con mucha frecuencia, en los Evangelios, hay personas que se dirigen a Jesús llamándole “Señor”. Este título expresa el respeto y la confianza de los que se acercan a Jesús y esperan de Él socorro y curación (…). En el encuentro con Jesús resucitado, se convierte en adoración: ‘Señor mío y Dios mío’ (Jn 20,28). Entonces toma una connotación de amor y de afecto que quedará como propio de la tradición cristiana: ‘¡Es el Señor!’ (Jn 21,7) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 448)

  • 📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
    📅 Calendario Litúrgico