Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del día - Descubra o Santo Celebrado Hoje

Santo del Día

"Un Testimonio de Fe y Amor"

 
Cada día, la Iglesia nos presenta la vida de un santo o santa, un testimonio vivo de fe, entrega y amor a Dios. El Santo del Día es una inspiración para nuestro camino espiritual, recordándonos que todos estamos llamados a la santidad, sin importar nuestras circunstancias. 
 
Las historias de los santos nos muestran que la fidelidad a Dios se vive en lo cotidiano, en el servicio a los demás y en la confianza absoluta en su providencia. Algunos fueron mártires, otros misioneros, algunos vivieron en la humildad y el silencio, pero todos compartieron un amor ardiente por Cristo y su Evangelio. 
 
Al conocer la vida del Santo del Día, encontramos un modelo a seguir, un hermano o hermana en la fe que intercede por nosotros. Nos enseñan con su ejemplo cómo perseverar en la oración, cómo enfrentar las dificultades con esperanza y cómo amar sin medida.
 
Los santos no fueron personas perfectas, sino seres humanos que, con sus virtudes y debilidades, permitieron que Dios obrara en sus vidas. Nos muestran que la santidad no es un ideal inalcanzable, sino una llamada real a vivir el amor en plenitud.
 
Que cada Santo del Día nos ayude a crecer en nuestra relación con Dios y a fortalecer nuestra fe. Que podamos aprender de su ejemplo y pedir su intercesión para seguir el camino de Cristo con alegría y determinación. 
 
Hoy es una nueva oportunidad para inspirarnos en su vida y acercarnos más a Dios. ¡Que el Santo del Día nos guíe e ilumine nuestro caminar hacia la santidad! ✝️✨📖
s. Antonio de Padua, sacerdote franciscano y doctor de la Iglesia

Su nombre de bautismo es Fernando. Portugués, de Lisboa, nace en una familia noble en 1195, se supone que el 15 de agosto. Tiene 15 años cuando entra en la Orden de los Canónigos Regulares de San Agustín. Se prepara para el sacerdocio en Coimbra (Portugal), en el Monasterio de Santa Cruz. Es ordenado a la edad de 24 años, y dirigido hacia la carrera de teólogo y filósofo. Pero desea una vida religiosa más severa. La convulsión estalla cuando llegan a la iglesia de la Santa Cruz, los restos de cinco misioneros franciscanos torturados y asesinados en Marruecos

De la regla agustiniana a la regla franciscana

Fernando decide dejar a los canónigos agustinos, y seguir las huellas de Francisco de Asís, y elige llamarse Antonio, para imitar al santo anacoreta egipcio. Madura una llamada fuerte a la misión, y con este ideal parte inmediatamente para Marruecos.  Pero contrae una enfermedad y se ve obligado a un reposo forzado. No puede predicar. No le queda otra que volver a Lisboa, pero una tempestad lleva la nave en que está embarcado hasta las costas de Sicilia. Antonio se cura, y en 1221 llega a Asís, donde Francisco ha convocado a todos sus hermanos. Esta es la ocasión para conocerlo en persona. Es un encuentro sencillo; Antonio fortalece su elección de seguir a Cristo en la fraternidad y “pequeñez” franciscana y es enviado a Romaña, al retiro de Montepaolo. Aquí, se dedica sobre todo a la oración, a la meditación, a la penitencia y a trabajos humildes.

Antonio predicador

En septiembre de 1222, Antonio es enviado a predicar a Forlì, aquí se revela su talento. De sus palabras emergen, la profunda cultura bíblica y la sencillez en la expresión. En La Assidua, la primera biografía de San Antonio, se cuenta: “su lengua, movida por el Espíritu Santo, se puso a razonar sobre muchos argumentos, con ponderación, en manera clara y concisa”.  Desde ese momento, Antonio comienza a recorrer el norte de la península itálica, y el sur de Francia, predicando el Evangelio a gentes y pueblos generalmente confundidos por las herejías del tiempo, sin ahorrarse palabras de corrección contra la decadencia moral de algunos exponentes de la Iglesia. El año después, en Bolonia, será maestro de teología para los frailes en formación;  es el proprio Francisco quien le hace este encargo, en una carta que lo autoriza, recomendándole que no descuide la oración.

La elección de Padua

Por los talentos que muestra, puestos al servicio del Reino de Dios, Antonio, a la edad de 32 años, es nombrado superior de la fraternidad franciscana del norte de Italia. En este cargo, no escatima sus visitas a los numerosos conventos bajo su jurisdicción y abre nuevos conventos. Mientras continúa predicando y arrastrando grandes multitudes, pasa muchas horas en el confesionario y se reserva momentos para retirarse en soledad. Elige vivir en Padua, en la pequeña comunidad franciscana de la Iglesia de Santa María Mater Domini, y a pesar de ausentarse por períodos breves, establece con la ciudad un fuerte ligamen, prodigándose en  favor de los pobres y contra las injusticias. Será en Padua donde escriba los Sermones, un tratado para formar a los hermanos en la predicación del Evangelio y en la enseñanza de los sacramentos, sobre todo la Penitencia y la Eucaristía. Su sermón de la Cuaresma de 1231 es considerado su testamento espiritual, en el que se debe incluir su amorosa dedicación por horas y horas a la Confesión.  Celebrada la Pascua, Antonio, que ya tiene problemas de salud y está bastante deteriorado por las fatigas, consiente retirarse por un período de convalecencia, con otros hermanos, y acepta la invitación a un retiro y meditación, en Camposampiero, a pocos kilómetros de Padua. Pide que le sea adaptado un pequeño refugio sobre un gran nogal, para pasar las jornadas en contemplación y dialogando con la gente sencilla del lugar, volviendo al retiro al anochecer. Es aquí donde tiene la visión del Niño Jesús. El 13 de junio, le sobreviene un malestar; comprende que su hora ha llegado y pide que le lleven a morir a Padua. Es transportado en un carro de bueyes, pero llegando a Arcella, pequeña aldea cerca de la ciudad, expira murmurando: “veo a mi Señor”. En deuda con San Agustín en el pensamiento, Antonio conjuga de forma original, mente y corazón, búsqueda de la especulación y ejercicio de la virtud, estudio y oración. Doctor de la Iglesia, en Padua le llaman simplemente “el Santo”.

Calendario Litúrgico de hoy

Hoy: Memoria de san Antonio de Padua, presbítero y doctor de le Iglesia

Memorial

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : 2 Corintios 4, 7-15
Salmo Responsorial: Salmo 115, 10-11. 15-16. 17-18
Aclamación antes del Evangelio: Filipenses 2, 15. 16
Evangelio: Mateo 5, 27-32

Color litúrgico: White

Reflexión

  • Los apetitos se inflaman con la sensualidad de la mirada, y los ojos, habituados a mirar impúdicamente al prójimo por estar ocioso, encienden los deseos impuros (Clemente de Alejandría)

  • El adulterio, como el hurto, la corrupción y todos los otros pecados, primero son concebidos en nuestra intimidad y, una vez cumplida en el corazón la elección equivocada, se ponen en práctica a través de un comportamiento concreto. Pensemos un poco sobre esto: sobre los malos pensamientos que vienen en esta línea (Francisco)

  • Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: ‘Habéis oído que se dijo: ‘no cometerás adulterio’. Pues yo os digo: ‘Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón’ (Mt 5,27-28). El hombre no debe separar lo que Dios ha unido (cf. Mt 19,6). La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.336)

  • 📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
    📅 Calendario Litúrgico