Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del sábado, 1 de febrero de 2025

Calendario Litúrgico del sábado, 1 de febrero de 2025

Sábado de la III semana del Tiempo ordinario

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera Lectura: Hebreos 11, 1-2, 8-19
Salmo Responsorial: Lucas 1, 69-70. 71-71. 73-75
Aclamación antes del Evangelio: Juan 3, 16
Evangelio: Marcos 4, 35-41

Color litúrgico: Verde

sábado, 1 de febrero de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera Lectura

Hebreos 11, 1-2, 8-19

Hermanos: La fe es la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera, y de conocer las realidades que no se ven. Por ella, fueron alabados nuestros mayores.

Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia. Por la fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, en tiendas de campaña, como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, después de él. Porque ellos esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.

Todos ellos murieron firmes en la fe. No alcanzaron los bienes prometidos, pero los vieron y los saludaron con gozo desde lejos. Ellos reconocieron que eran extraños y peregrinos en la tierra. Quienes hablan así, dan a entender claramente que van en busca de una patria; pues si hubieran añorado la patria de donde habían salido, habrían estado a tiempo de volver a ella todavía. Pero ellos ansiaban una patria mejor: la del cielo. Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía preparada una ciudad.

Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético.

Salmo Responsorial

Lucas 1, 69-70. 71-71. 73-75

R. (cf 68) Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
y ha hecho surgir a favor nuestro 
un poderoso salvador en la casa David, su siervo. 
Así lo había anunciado desde antiguo, 
por boca de sus santos profetas. 
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos 
y de las manos de todos los que nos aborrecen; 
para mostrar su misericordia a nuestros padres
y acordarse de su santa alianza. 
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
El Señor juró a nuestro padre Abrahám
que nos libraría del poder de nuestro enemigos,
para que pudiéramos servirlo sin temor, 
con santidad y justicia,
todos los días de nuestra vida. 
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.

Aclamación antes del Evangelio

Juan 3, 16

R. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
R. Aleluya.

Evangelio

Marcos 4, 35-41

Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla del lago”. Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.

De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?” Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: “¡Cállate, enmudece!” Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: “¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?” Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?”

 

Reflexión

  • En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol (San Juan Mª Vianney)

  • Los Apóstoles no deben temer las amenazas: Cristo —aunque silencioso— está en la barca y, por eso mismo, nunca se ha hundido (Benedicto XVI)

  • La referencia primera y última de esta catequesis será siempre Jesucristo que es ‘el camino, la verdad y la vida’ (Jn 14,6). Contemplándole en la fe, los fieles de Cristo pueden esperar que Él realice en ellos sus promesas, y que amándolo con el amor con que Él nos ha amado realicen las obras que corresponden a su dignidad (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.698)

  • Santo del día

    b. Ludovica Albertoni, viuda romana
    De noble familia romana, Ludovica Albertoni sufrió un matrimonio forzado y, solo al enviudar pudo realizar su vocación de servicio a los pobres como Terciaria Franciscana, trabajando por la educación de mujeres jóvenes en peligro. Roma la recuerda por la espléndida escultura que Bernini le dedicó.   Leia tudo...
    Fiel proseguidora de la obra evangelizadora de San Patricio, fue la fundadora de uno de los primeros monasterios de Irlanda en Kildare, cerca de Dublín, donde fue abadesa de las ramas masculina y femenina. En la Edad Media los peregrinos la invocaban: "Santa Brígida, protégenos en nuestro viaje".  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
    🙏 Completas
    📅 Calendario Litúrgico