Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del sábado, 1 de noviembre de 2025

Calendario Litúrgico del sábado, 1 de noviembre de 2025

Solemnidad de Todos los Santos

Solemnidad

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Apocalipsis 7, 2-4. 9-14
Salmo Responsorial: Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
Segunda lectura: 1 Juan 3, 1-3
Aclamación antes del Evangelio: Mateo 11, 28
Evangelio: Mateo 5, 1-12

Color litúrgico: Blanco

sábado, 1 de noviembre de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera lectura

Apocalipsis 7, 2-4. 9-14

Yo, Juan, vi a un ángel que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios!" Y pude oír el número de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel.

Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero".

Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios".

Entonces uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?" Yo le respondí: "Señor mío, tú eres quien lo sabe". Entonces él me dijo: "Son los que han pasado por la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero".

Salmo Responsorial

Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

R. (cf 6) Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene,
el orbe todo y los que en él habitan,
pues él lo edificó sobre los mares
el fue quien lo asentó sobre los ríos.
R. Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor?
¿Quién podrá estar en su recinto santo?
El de corazón limpio y manos puras
y que no jura en falso.
R. Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Ese obtendrá la bendición de Dios,
y Dios, su salvador, le hará justicia.
Esta es la clase de hombres que te buscan
y vienen ante ti, Dios de Jacob.
R. Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
 

Segunda lectura

1 Juan 3, 1-3

Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.

Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo para ser tan puro como él.

Aclamación antes del Evangelio

Mateo 11, 28

R. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados
y agobiados por la carga,
y yo los aliviaré, dice el Señor.
R. Aleluya.

Evangelio

Mateo 5, 1-12

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así:

"Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
Dichosos los sufridos,
porque heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque se les llamará hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.

Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos".

 

Reflexión

  • La divinidad es pureza, es liberación de las pasiones y remoción de todo mal: si todo eso está en ti, entonces Dios está realmente en ti (San Gregorio de Nisa)

  • No estamos solos; estamos rodeados por una gran nube de testigos: con ellos formamos el Cuerpo de Cristo (Benedicto XVI)

  • La sexta bienaventuranza proclama: ‘Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios’ (Mt 5,8). Los ‘corazones limpios’ designan a los que han ajustado su inteligencia y su voluntad a las exigencias de la santidad de Dios, principalmente en tres dominios: la caridad, la castidad o rectitud sexual, el amor de la verdad y la ortodoxia de la fe. Existe un vínculo entre la pureza del corazón, del cuerpo y de la fe (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.518)

  • Santo del día

    Hoy la Iglesia festeja una gran Solemnidad y agradece al Espíritu Santo su acción santificadora en tantas personas de todos los tiempos y lugares. Ellas ya gozan eternamente de la felicidad de Dios. Los creyentes rezan unidos para imitar sus ejemplos, a fin de contemplar un día el Rostro de Dios.  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
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