Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del martes, 8 de julio de 2025

Calendario Litúrgico del martes, 8 de julio de 2025

Martes de la XIV semana del Tiempo ordinario

Lecturas y Evangelio de hoy

Lectura I: Génesis 32, 23-33
Salmo Responsorial: Del Salmo 16
Aclamación antes del Evangelio: Juan 10,14
Evangelio: Mateo 9,32-38

Color litúrgico: Verde

martes, 8 de julio de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Lectura I

Génesis 32, 23-33

En aquel tiempo, se levantó Jacob, tomó a sus dos mujeres con sus dos siervas y sus once hijos y cruzó el arroyo de Yaboc. Los hizo cruzar el torrente junto con todo lo que poseía.

Jacob se quedó solo y un hombre estuvo luchando con él hasta el amanecer. Pero, viendo que no podía vencerlo, el hombre hirió a Jacob en la articulación femoral y le dislocó el fémur, mientras luchaban. El hombre le dijo: “Suéltame, pues ya está amaneciendo”. Jacob le respondió: “No te soltaré hasta que me bendigas”. El otro le preguntó: “¿Cómo te llamas?” Él le dijo: “Jacob”. El otro prosiguió: “En adelante ya no te llamarás Jacob sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido victorioso”. Jacob le dijo: “Dime cómo te llamas”. El otro le respondió: “¿Por qué me preguntas mi nombre?” Y ahí mismo bendijo a Jacob.

Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues se dijo: “He visto a Dios cara a cara y he quedado con vida”. El sol salió después de que Jacob y los suyos pasaron Penuel, y Jacob iba cojeando, por haber sido herido en el nervio del muslo. Por eso los israelitas no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo.
 

Salmo Responsorial

Del Salmo 16

R. (15a) Señor, escucha nuestra súplica.
Señor, hazme justicia 
y a mi clamor atiende;
presta oídos a mi súplica,
pues mis labios no mienten. 
R. Señor, escucha nuestra súplica.
Júzgame tú, Señor, 
pues tus ojos miren al que es honrado. 
Examina mi corazón, revísalo de noche, 
pruébame a fuego y no hallarás malicia en mí. 
R. Señor, escucha nuestra súplica.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. 
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras; 
muéstrame los prodigios de tu misericordia,
pues a quien acude a ti, de sus contrarios salvas. 
R. Señor, escucha nuestra súplica.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, 
Bajo la sombra de tus alas escóndeme, 
pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro 
y al despertarme, espero saciarme de tu vista. 
R. Señor, escucha nuestra súplica.

Aclamación antes del Evangelio

Juan 10,14

R. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor;
yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.
R. Aleluya.
 

Evangelio

Mateo 9,32-38

En aquel tiempo, llevaron ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el demonio. Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud, maravillada, decía: “Nunca se había visto nada semejante en Israel”. Pero los fariseos decían: “Expulsa a los demonios por autoridad del príncipe de los demonios”.

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.

Reflexión

  • Este Corazón divino es abismo de gozo en que sumergir todos nuestros pesares; es abismo de humildad, remedio de nuestro engreimiento (Santa Margarita Mª de Alacoque)

  • Jesús, a causa de su amor compasivo curó los enfermos que le presentaban y con pocos panes y peces calmó el hambre de grandes muchedumbres (Francisco)

  • Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: ‘El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades’ (Mt 8,17; cf. Is 53,4) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.505)

  • Santo del día

    b. Eugenio III, papa
    Originario de Tvoli, durante 8 años Eugenio III defendió a la Iglesia de los turcos y fue responsable de la reforma de la Iglesia y de la Curia romana. Entró en la Orden cisterciense tras su encuentro con San Bernardo. Como Papa vivió la austeridad de la vida monástica hasta su muerte en 1153.  
    ss. Aquila y Prisca (o Priscila), discípulos de s. Pablo
    Amigos de Pablo, Aquila y Priscila, esposos y mártires, son recordados por el Apóstol de los gentiles que elogia el testimonio cristiano y el compromiso en la formación de los neófitos. Su hogar, "ecclesia doméstica", fue un punto de referencia para las comunidades de Corinto, Éfeso y Roma.   Leia tudo...

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
    🙏 Hora Tercia
    📅 Calendario Litúrgico