Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del domingo, 9 de noviembre de 2025

Calendario Litúrgico del domingo, 9 de noviembre de 2025

Fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán

Fiesta

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12
Salmo Responsorial: Salmo 45, 2-3. 5-6. 8-9
Segunda lectura: 1 Corintios 3, 9-11. 16-17
Aclamación antes del Evangelio: 2 Crónicas 7, 16
Evangelio: Juan 2, 13-22

Color litúrgico: Blanco

domingo, 9 de noviembre de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera lectura

Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12

En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.

Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado derecho.

Aquel hombre me dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina".

Salmo Responsorial

Salmo 45, 2-3. 5-6. 8-9

R. (5) Un río alegra a la ciudad de Dios.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
quien en todo peligro nos socorre.
Por eso no tememos, aunque tiemble,
y aunque al fondo del mar caigan los montes.
R. Un río alegra a la ciudad de Dios.
Un río alegra a la ciudad de Dios,
Su morada el Altísimo hace santa.
Teniendo a Dios, Jerusalén no teme,
porque Dios la protege desde el alba.
R. Un río alegra a la ciudad de Dios.
Con nosotros está Dios, el Señor;
es el Dios de Israel nuestra defensa.
Vengan a ver las cosas sorprendentes
que ha hecho el Señor sobre la tierra:
R. Un río alegra a la ciudad de Dios.
 

Segunda lectura

1 Corintios 3, 9-11. 16-17

Hermanos: Ustedes son la casa que Dios edifica. Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios me ha concedido, como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo. Desde luego, el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto.

¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo.

Aclamación antes del Evangelio

2 Crónicas 7, 16

R. Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor,
para que siempre habite ahí mi nombre.
R. Aleluya.

Evangelio

Juan 2, 13-22

Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".

En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.

Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?"

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

 

Reflexión

  • Cristo, al morir, tuvo que acatar la ley del sepulcro; al resucitar, en cambio, la derogó, hasta tal punto que echó por tierra la perpetuidad de la muerte y la convirtió de eterna en temporal (San León Magno)

  • Nosotros estamos en camino, en peregrinación hacia la vida plena, y esa vida plena es la que ilumina nuestro camino (Francisco)

  • Ser testigo de Cristo es ser ‘testigo de su Resurrección’ (Hch 1,22), ‘haber comido y bebido con Él después de su Resurrección de entre los muertos’ (Hch 10,41). La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como Él, con Él, por Él (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 995)

  • Santo del día

    En el año 257 el emperador Valeriano ordena una nueva persecución de cristianos. En la espiral de sangre termina también una familia griega: Hipólito, la hermana Paulina con su esposo Adria y los jóvenes María y Neón. En el siglo VIII sus restos son trasladados a la iglesia romana de Santa Ágata.  
    Originario de Oriente, Teodoro fue un soldado romano convertido a la fe cristiana que, en la época del emperador Maximiano se hallaba con su legión en Amasea, Anatolia. Se le ordenó sacrificar a los dioses pero respondió destruyendo el templo de Cibeles. Fue martirzado por ese motivo.  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
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