Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del sábado, 10 de mayo de 2025

Calendario Litúrgico del sábado, 10 de mayo de 2025

Sábado de la III Semana de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera Lectura: Hechos 9, 31-42
Salmo Responsorial: Salmo 115, 12-13. 14-15. 16-17
Aclamación antes del Evangelio: Cfr Juan 6, 63. 68
Evangelio: Juan 6, 60-69

Color litúrgico: Blanco

sábado, 10 de mayo de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera Lectura

Hechos 9, 31-42

En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.

Pedro recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles que vivían en Lida. Ahí encontró a un hombre, llamado Eneas, que tenía ya ocho años de estar en cama, paralítico. Pedro le dijo: “Eneas, Jesucristo te da la salud. Levántate y tiende tu cama”. Eneas se levantó inmediatamente; y todos los habitantes de Lida y de la llanura de Sarón que lo vieron, se convirtieron al Señor.

Había en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá (que significa “gacela”), la cual hacía infinidad de obras buenas y repartía limosnas. En aquellos días cayó enferma y murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron en una habitación del segundo piso. Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos, sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres para suplicarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro fue con ellos. Tan pronto como llegó, lo condujeron a la habitación del segundo piso. Allí lo rodearon todas las viudas, llorando y mostrándole las túnicas y los vestidos que Tabitá les había hecho, cuando aún vivía.

Pedro mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar; luego, dirigiéndose a la muerta, dijo: “Tabitá, levántate”. Ella abrió los ojos y al ver a Pedro, se incorporó. Él la tomó de la mano y la levantó; llamó a los fieles y a las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por toda Jafa y muchos creyeron en el Señor.

Salmo Responsorial

Salmo 115, 12-13. 14-15. 16-17

R. (12) ¿Cómo le pagaré al Señor 
todo el bien que me ha hecho? Aleluya.

¿Cómo le pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Levantaré el cáliz de salvación
e invocaré el nombre del Señor. 
R. ¿Cómo le pagaré al Señor 
todo el bien que me ha hecho? Aleluya.
Cumpliré mis promesas al Señor
ante todo su pueblo.
A los ojos de Dios es muy penoso 
que mueran sus amigos. 
R. ¿Cómo le pagaré al Señor 
todo el bien que me ha hecho? Aleluya.

De la muerte, Señor, me has librado, 
a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio
e invocaré tu nombre. 
R. ¿Cómo le pagaré al Señor 
todo el bien que me ha hecho? Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio

Cfr Juan 6, 63. 68

R. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Tú tienes palabras de vida eterna.
R. Aleluya.

Evangelio

Juan 6, 60-69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír sus palabras: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”

Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen”. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”.

Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.

Reflexión

  • El Pan eucarístico, fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte (San Ignacio de Antioquía)

  • ‘¿También vosotros queréis marcharos?’. Esta inquietante provocación resuena en el corazón, y espera de cada uno una respuesta personal (Benedicto XVI)

  • El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó (…). La Eucaristía y la cruz son piedras de tropiezo (…). ‘¿También vosotros queréis marcharos?’ (Jn 6,67): esta pregunta del Señor, que resuena a través de los tiempos, es un a invitación de su amor a descubrir que sólo Él tiene ‘palabras de vida eterna’ (Jn 6,68) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.336)

  • Santo del día

    Perseguidor de los cristianos bajo el emperador Julián el Apóstata, Giordiano debe juzgar al presbítero Jenaro y gracias a él se convierte. Murió como mártir en el año 300; fue enterrado en la Vía Latina en una cripta que contenía las reliquias de San Epímaco: por eso a veces se recuerdan juntos.  
    s. Juan de Avila, sacerdote
    Un sacerdote español de origen judío, San Juan de Ávila, vivió en el siglo XVI, un período de grandes reformas. Es un místico, gran predicador y consejero de muchos de sus contemporáneos como San Ignacio de Loyola. En 2012 Benedicto XVI lo proclamó Doctor de la Iglesia.  
    Poco se sabe de estos dos santos del siglo IV, sepultados en Roma sobre la Vía Latina. Tal vez fueron dos obispos de Capua, que murieron mártires en Roma, ciertamente después del 269. Sin embargo, los "Itinerarios" del siglo VII indican su tumba en la iglesia de los Santos Jordiano y Epímaco.  
    El libro de Job es un Midrash. Dibuja un modelo de paciencia y santidad y el inexplicable sufrimiento de los justos, como el Cristo sufriente. Un hombre rico y feliz, pierde todo de repente, incluso sus hijos, se enferma, pero lo soporta todo diciendo: "Ýahvéh da, Yahvéh quita, ¡bendito sea Yahvéh!  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
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