Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del lunes, 21 de abril de 2025

Calendario Litúrgico del lunes, 21 de abril de 2025

Lunes de la octava de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Hechos 2, 14. 22-33
Salmo Responsorial: Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11
Secuencia -- opcional: Victimae paschali laudes
Aclamación antes del Evangelio: Salmo 117, 24
Evangelio: Mateo 28, 8-15

Color litúrgico: Blanco

lunes, 21 de abril de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera lectura

Hechos 2, 14. 22-33

El día de Pentecostés, se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por medio de él y que ustedes bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz.

Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. En efecto, David dice, refiriéndose a él: Yo veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que él está a mi lado para que yo no tropiece. Por eso se alegra mi corazón y mi lengua se alboroza; por eso también mi cuerpo vivirá en la esperanza, porque tú, Señor, no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que tu santo sufra la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida y me saciarás de gozo en tu presencia.

Hermanos, que me sea permitido hablarles con toda claridad; el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro se conserva entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento que un descendiente suyo ocuparía su trono, con visión profética habló de la resurrección de Cristo, el cual no fue abandonado a la muerte ni sufrió la corrupción.

Pues bien, a este Jesús Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del Padre el Espíritu Santo prometido a él y lo ha comunicado, como ustedes lo están viendo y oyendo''.

Salmo Responsorial

Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11

R. (1) Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio.
Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
El Señor es el parte que me ha tocado en herenecia;
mi vida está en sus manos.
R. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
y con él a mi lado, jamás tropezaré.
R. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.
Por eso se me alegra el corazón y el alma
y mi cuerpo vivirá tranquilo,
porque tú no me abandonarás a la muerte,
ni dejarás que sufra yo la corrupción.
R. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.
Enséñame el camino de la vida,
sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti.
R. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.

Secuencia -- opcional

Victimae paschali laudes

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado,
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la vida,
triunfante se levanta.

“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?’’
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Vengan a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí verán los suyos
la gloria de la Pascua’’.

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
 

Aclamación antes del Evangelio

Salmo 117, 24

R. Aleluya, aleluya.
Éste es el día del triunfo del Señor,
día de júbilo y de gozo.
R. Aleluya.

Evangelio

Mateo 28, 8-15

Después de escuchar las palabras del ángel, las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, y llenas de temor y de gran alegría, corrieron a dar la noticia a los discípulos. Pero de repente Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. Entonces les dijo Jesús: "No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá me verán".

Mientras las mujeres iban de camino, algunos soldados de la guardia fueron a la ciudad y dieron parte a los sumos sacerdotes de todo lo ocurrido. Éstos se reunieron con los ancianos, y juntos acordaron dar una fuerte suma de dinero a los soldados, con estas instrucciones: "Digan: 'Durante la noche, estando nosotros dormidos, llegaron sus discípulos y se robaron el cuerpo'. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos arreglaremos con él y les evitaremos cualquier complicación".

Ellos tomaron el dinero y actuaron conforme a las instrucciones recibidas. Esta versión de los soldados se ha ido difundiendo entre los judíos hasta el día de hoy.

Reflexión

  • ¡Oh mensaje lleno de felicidad y de hermosura! El que por nosotros se hizo hombre semejante a nosotros, siendo el Unigénito del Padre, quiere convertirnos en sus hermanos y, al llevar su humanidad al Padre, arrastra tras de sí a todos los que ahora son ya de su raza (San Gregorio de Nisa)

  • Hoy, más que nunca, se hace necesaria la adoración. Una de las mayores perversiones de nuestro tiempo es que se nos propone adorar lo humano dejando de lado lo divino. Los ídolos que causan muerte no merecen adoración alguna, sólo el Dios de la vida merece adoración y gloria (Francisco)

  • María Magdalena y las santas mujeres (…) fueron las primeras en encontrar al Resucitado [y] las primeras mensajeras de la Resurrección de Cristo para los propios Apóstoles. Jesús se apareció en seguida a ellos, primero a Pedro, después a los Doce (cf. 1Cor 15,5). Pedro, llamado a confirmar en la fe a sus hermanos, ve por tanto al Resucitado antes que los demás y sobre su testimonio es sobre el que la comunidad exclama: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!’ (Lc 24,34) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 641)

  • Santo del día

    s. Anselmo, arzobispo de Canterbury y doctor de la Iglesia
    San Anselmo fue un monje benedictino y arzobispo de Canterbury que nació en Aosta y vivió en el siglo XI entre Francia e Inglaterra. Fundador de la teología escolástica, también poseyó el carisma de un gran pastor de almas. En 1720, fue proclamado Doctor de la Iglesia y se celebra el 21 de abril.   Leia tudo...
    Murió como mártir en 185, bajo el emperador Cómodo; lo que más recordamos de Apolonio es su última oración ante el gobernador Perenio y el Senado: no su defensa, sino una apología del cristianismo, puntual y poética, que le valdrá la pena de muerte.  
    Corrado fue el portero el convento de Santa Ana de Altötting durante 42 años. Desde que emitió los votos solemnes en 1852, hasta su muerte en 1894. Muchos se dirigen al "santo portero" en busca de una palabra de consuelo, consejo o un trozo de pan.  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
    🙏 Hora Tercia
    📅 Calendario Litúrgico