Santo del 10 de mayo
Conozca la Historia y la Devoción
El día 10 de mayo, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 10 de mayo, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Perseguidor de los cristianos bajo el emperador Julián el Apóstata, Giordiano debe juzgar al presbítero Jenaro y gracias a él se convierte. Murió como mártir en el año 300; fue enterrado en la Vía Latina en una cripta que contenía las reliquias de San Epímaco: por eso a veces se recuerdan juntos.
Un sacerdote español de origen judío, San Juan de Ávila, vivió en el siglo XVI, un período de grandes reformas. Es un místico, gran predicador y consejero de muchos de sus contemporáneos como San Ignacio de Loyola. En 2012 Benedicto XVI lo proclamó Doctor de la Iglesia.
Poco se sabe de estos dos santos del siglo IV, sepultados en Roma sobre la Vía Latina. Tal vez fueron dos obispos de Capua, que murieron mártires en Roma, ciertamente después del 269. Sin embargo, los "Itinerarios" del siglo VII indican su tumba en la iglesia de los Santos Jordiano y Epímaco.
El libro de Job es un Midrash. Dibuja un modelo de paciencia y santidad y el inexplicable sufrimiento de los justos, como el Cristo sufriente. Un hombre rico y feliz, pierde todo de repente, incluso sus hijos, se enferma, pero lo soporta todo diciendo: "Ýahvéh da, Yahvéh quita, ¡bendito sea Yahvéh!
Calendario Litúrgico
10 de mayo: Sábado de la III Semana de Pascua
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera Lectura:
Hechos 9, 31-42
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr Juan 6, 63. 68
Evangelio:
Juan 6, 60-69
Color litúrgico: White
Reflexión
El Pan eucarístico, fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte (San Ignacio de Antioquía)
‘¿También vosotros queréis marcharos?’. Esta inquietante provocación resuena en el corazón, y espera de cada uno una respuesta personal (Benedicto XVI)
El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó (…). La Eucaristía y la cruz son piedras de tropiezo (…). ‘¿También vosotros queréis marcharos?’ (Jn 6,67): esta pregunta del Señor, que resuena a través de los tiempos, es un a invitación de su amor a descubrir que sólo Él tiene ‘palabras de vida eterna’ (Jn 6,68) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.336)