Santo del 20 de abril
Conozca la Historia y la Devoción
El día 20 de abril, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 20 de abril, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Viene de Siria, Aniceto, Papa desde 155, tiene en el corazón la fecha de la Pascua, celebrada de manera diferente en Oriente y Occidente: por eso invita al Obispo de Esmirna, Policarpo, a Roma. Intenta llegar a un acuerdo, pero fracasa. Murió en 166 en la época de Marco Aurelio.
De familia noble, a la edad de 9 años entró en la comunidad de vírgenes llamadas "monjas del saco". A los 15 años fue superiora del nuevo monasterio fundado en Proceno, Viterbo. En 1306 fundó el monasterio de Santa María Novella. Fue canonizada en 1726.
Calendario Litúrgico
20 de abril: Domingo de Pascua La Resurrección del Señor Misa del día
Solemnity
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Hechos 10, 34a. 37-43
Segunda Lectura:
Colosenses 3, 1-4
O bien::
1 Corintios 5, 6b-8
Secuencia:
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr. 1 Corintios 5, 7b-8a
Evangelio:
Juan 20, 1-9
Color litúrgico: Blanco
Reflexión
Lo que hay que considerar en estos hechos es la intensidad del amor que ardía en el corazón de aquella mujer que no se apartaba del sepulcro. Ella fue la única en verlo, porque se había quedado buscándolo, pues lo que da fuerza a las buenas obras es la perseverancia en ellas (San Gregorio Magno)
Jesús no ha vuelto a una vida humana normal de este mundo, como Lázaro y los otros muertos que Jesús resucitó. Él ha entrado en una vida distinta, nueva; en la inmensidad de Dios (Benedicto XVI)
El misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento. Ya san Pablo, hacia el año 56, puede escribir a los Corintios: ‘Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce’. El Apóstol habla aquí de la tradición viva de la Resurrección que recibió después de su conversión a las puertas de Damasco (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 639)