Santo del 25 de octubre
Conozca la Historia y la Devoción
El día 25 de octubre, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 25 de octubre, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Crisanto, un pagano de Alejandría, llegó a Roma a estudiar y allí aceptó el anuncio de Jesús muerto y resucitado. Su padre trató de regresarlo a su fe pagana, incluso ofreciéndole la vestal Daria, pero ella también aceptó la fe en Cristo. Murieron mártires en 283 y son los patronos de Reggio Emilia.
En la época de Diocleciano, Crispín y Crispiniano se establecieron en Soissons, en la Galia belga - hoy Francia - donde trabajaron como zapateros que evangelizaban difundiendo la fe en que Jesús resucitado era el Señor y Mesías. Fueron arrestados por el emperador Maximiano y martirizados en el 285.
Calendario Litúrgico
25 de octubre: Sábado de la XXIX semana del Tiempo ordinario
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera Lectura:
Romanos 8, 1-11
Aclamación antes del Evangelio:
Ezequiel 33, 11
Evangelio:
Lucas 13, 1-9
Color litúrgico: Green
Reflexión
¡Tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste! Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían (San Agustín)
La fe auténtica, abierta a los otros y al perdón, obra milagros. La higuera representa la esterilidad, una vida que no da fruto, incapaz de hacer el bien. Y Jesús maldice el árbol de la higuera porque no ha hecho lo suyo para dar fruto (Francisco)
El pecado está presente en la historia del hombre: sería vano intentar ignorarlo o dar a esta oscura realidad otros nombres. Para intentar comprender lo que es el pecado, es preciso en primer lugar reconocer el vínculo profundo del hombre con Dios, porque fuera de esta relación, el mal del pecado no es desenmascarado en su verdadera identidad de rechazo y oposición a Dios, aunque continúe pesando sobre la vida del hombre y sobre la historia (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 386)