Cada día es una nueva oportunidad para abrir nuestro corazón a la Palabra de Dios. El Evangelio de hoy no es solo un conjunto de versículos, sino un mensaje vivo que nos habla en lo profundo del alma, guiándonos en nuestro caminar diario.
En medio del ajetreo y las preocupaciones de la vida, la lectura del Evangelio nos brinda un momento de paz, una pausa para reflexionar sobre lo que realmente importa. Es una luz en nuestro sendero, un recordatorio de que no estamos solos y de que Dios nos acompaña en cada paso que damos.
Cuando meditamos en las enseñanzas de Jesús, descubrimos respuestas a nuestras inquietudes, fuerza para nuestras debilidades y amor para nuestro corazón. Sus palabras nos desafían a ser mejores, a vivir con fe, esperanza y caridad. Nos invitan a confiar en la Providencia divina y a encontrar en cada situación una oportunidad para amar y servir.
El Evangelio de hoy también es un llamado a la oración. Al escuchar la voz de Dios, podemos responderle con nuestras palabras, con nuestro silencio y con nuestras acciones. Es un diálogo constante, una relación que crece día a día.
Que cada lectura del Evangelio nos ayude a transformar nuestro corazón y nos inspire a llevar la luz de Cristo a quienes nos rodean. Que podamos vivir con la certeza de que, sin importar las dificultades, Dios nos sostiene con Su amor infinito.
Hoy es un día perfecto para dejarse iluminar por Su Palabra. ¡Que el Evangelio de hoy sea una bendición para ti y para todos aquellos que lo escuchan con un corazón abierto! ✝️✨📖
Calendario Litúrgico
Hoy: Memoria de Santa Lucia, virgen y mártir
Memoria
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Eclesiástico (Sirácide) 48, 1-4. 9-11
Aclamación antes del Evangelio:
Lucas 3, 4. 6
Evangelio:
Mateo 17, 10-13
Color litúrgico: Rojo
Primera lectura
Eclesiástico (Sirácide) 48, 1-4. 9-11
En aquel tiempo, surgió Elías, un profeta de fuego;
su palabra quemaba como una llama.
Él hizo caer sobre los israelitas el hambre
y con celo los diezmó.
En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo
e hizo que descendiera tres veces fuego de lo alto.
¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios!
¿Quién puede jactarse de ser igual a ti?
En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo,
sobre un carro tirado por caballos de fuego.
Escrito está de ti que volverás,
cargado de amenazas, en el tiempo señalado,
para aplacar la cólera antes de que estalle,
para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos
y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron
y murieron gozando de tu amistad;
pero más dichosos
los que estén vivos cuando vuelvas.