Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del martes, 4 de marzo de 2025

Calendario Litúrgico del martes, 4 de marzo de 2025

Martes de la VIII semana del Tiempo ordinario

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Sirácida 35, 1-15
Salmo Responsorial: Salmo 49, 5-6. 7-8. 14 y 23
Aclamación antes del Evangelio: Cfr Mateo 11, 25
Evangelio: Marcos 10, 28-31

Color litúrgico: Verde

martes, 4 de marzo de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera lectura

Sirácida 35, 1-15

La ofrenda más grata al Señor
es la que ofrece aquel que cumple su ley.
El que guarda los mandamientos
ofrece un sacrificio de acción de gracias,
el que hace favores al prójimo ofrenda el mejor trigo,
el que da limosna ofrece un sacrificio de alabanza.

Apartarse del mal es darle gusto al Señor,
evitar la injusticia es sacrificio de expiación por el pecado;
no te presentes, pues, ante Dios con las manos vacías:
todo esto es mandato del Señor.

La ofrenda del justo enriquece el altar
y su aroma sube hasta el Altísimo.
La ofrenda del justo es agradable a Dios
y su memorial no será olvidado.

Honra al Señor con ánimo alegre
y no seas tacaño al pagarle tus primicias.
Haz tu ofrenda de buena gana
y santifica con gozo tus diezmos.

Dale al Altísimo según la medida en que él te ha dado a ti;
dale tan generosamente como puedas,
porque el Señor sabe recompensar
y te dará siete veces más.

No pienses en sobornar al Señor, porque él no recibirá tus dones,
ni confíes en la ofrenda de cosas mal habidas,
porque el Señor es un juez
que no se deja impresionar por apariencias.

Salmo Responsorial

Salmo 49, 5-6. 7-8. 14 y 23

R. (23b) Dios salva al que cumple su voluntad.
Congreguen ante mí a los que sellaron
sobre el altar mi alianza.
Es Dios quien va a juzgar
y el cielo mismo lo declara.
R. Dios salva al que cumple su voluntad.
Israel, pueblo mío, escucha atento;
en contra tuyo yo, tu Dios, declaro;
No voy a reclamarte sacrificios,
pues siempre están ante mí tus holocaustos.
R. Dios salva al que cumple su voluntad.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud
y cumple tus promesas al Altísimo.
Quien las gracias me da, ése me honra,
y yo salvaré al que cumple mi voluntad.
R. Dios salva al que cumple su voluntad.

Aclamación antes del Evangelio

Cfr Mateo 11, 25

R. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado los misterios del Reino
a la gente sencilla.
R. Aleluya.

Evangelio

Marcos 10, 28-31

En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte''.

Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros".

Reflexión

  • ‘Pues yo os aseguro que nadie hay…’. No quiere decir con esto que abandonemos a nuestros padres, dejándolos sin auxilio, ni que nos separemos de nuestras mujeres, sino que prefiramos el honor de Dios a todo lo que es perecedero (San Beda el Venerable)

  • No cabe duda que las formas concretas de seguir a Cristo están graduadas por Él mismo según las condiciones, las posibilidades, las misiones, los carismas de las personas y de los grupos (San Juan Pablo II)

  • Los cristianos, por ser miembros del Cuerpo, cuya Cabeza es Cristo (cf. Ef 1,22), contribuyen a la edificación de la Iglesia mediante la constancia de sus convicciones y de sus costumbres. La Iglesia aumenta, crece y se desarrolla por la santidad de sus fieles, ‘hasta que lleguemos al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud en Cristo’ (Ef 4,13) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.045)

  • Santo del día

    s. Casimiro, patrón de la Lituania
    Nace en 1458, hijo del rey de Polonia, de origen lituano, renunció a la corona de Hungría porque el Papa estaba en contra. Se negó a casarse con la hija de Federico III de Habsburgo, sólo por ampliar el reino. Muere a los 25 años, sin dejarse vencer por la seducción del poder y el lujo.  
    Hubiera preferido hacerse un monje en vez de haber reinado por 40 años en el siglo XII. Amó la oración, la penitencia y el desprecio de la mundanidad en medio de los combates. Partidario de los Güelfos, defendió la Abadía de Altacomba, donde fue sepultado. Fue beatificado por Gregorio XVI en 1838.  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
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