Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del martes, 18 de noviembre de 2025

Calendario Litúrgico del martes, 18 de noviembre de 2025

Martes de la XXXIII semana del Tiempo ordinario

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera Lectura: 2 Macabeos 6, 18-31
Salmo Responsorial: Salmo 3, 2-3. 4-5. 6-7
Aclamación antes del Evangelio: Cfr 1 Juan 4, 10
Evangelio: Lucas 19, 1-10

Color litúrgico: Verde

martes, 18 de noviembre de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera Lectura

2 Macabeos 6, 18-31

Había un hombre llamado Eleazar, de edad avanzada y aspecto muy digno. Era uno de los principales maestros de la ley. Querían obligarlo a comer carne de puerco y para ello le abrían a la fuerza la boca. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente hacia el suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.

Los que presidían aquel sacrificio pagano, en atención a la antigua amistad que los unía con Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que mandara traer carne permitida y que la comiera, simulando que comía la carne del sacrificio ordenada por el rey. Así se podría librar de la muerte y encontrar benevolencia, por la antigua amistad que los unía.

Pero Eleazar, adoptando una actitud cortés, digna de sus años y de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa, dada por Dios, respondió enseguida:

“Envíenme al sepulcro, pues no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer los jóvenes que Eleazar, a los noventa años, se ha pasado al paganismo. Y si por miedo a perder el poco tiempo de vida que me queda, finjo apartarme de la ley, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar y deshonrar mi vejez. Y aunque por el momento me librara del castigo de los hombres, ni vivo ni muerto me libraría de la mano del Omnipotente. En cambio, si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y dejaré a los jóvenes un gran ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable ley”.

Dicho esto, se fue enseguida hacia el suplicio. Los que lo conducían, considerando arrogantes las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en dureza su actitud benévola.

Cuando Eleazar estaba a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros: “Tú, Señor, que todo lo conoces, bien sabes que pude librarme de la muerte; pero, por respeto a ti, sufro con paciencia y con gusto, crueles dolores en mi cuerpo y en mi alma”.

De esta manera, Eleazar terminó su vida y dejó no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de virtud y heroísmo.

Salmo Responsorial

Salmo 3, 2-3. 4-5. 6-7

R. (6b) El Señor es mi defensa. 

Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, 
y cuántos contra mí se han levantado; 
cuántos dicen de mí:
“Ni Dios podrá salvarlo”. 

R. El Señor es mi defensa. 

Mas tú, Señor, eres mi escudo,
mi gloria y mi victoria;
desde tu monte santo me respondes
cuando mi voz te invoca. 

R. El Señor es mi defensa. 

En paz me acuesto, duermo y me despierto, 
porque el Señor es mi defensa. 
No temeré a la enorme muchedumbre 
que se acerca y me acecha. 

R. El Señor es mi defensa. 

Aclamación antes del Evangelio

Cfr 1 Juan 4, 10

R. Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo,
como víctima de expiación por nuestros pecados.
R. Aleluya.

Evangelio

Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”

Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.

Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

Reflexión

  • Lo que se lleva a cabo con una disposición de ánimo triste y forzado no merece gratitud ni tiene nobleza. De manera que, cuando hacemos el bien, hemos de hacerlo, no tristes, sino con alegría (San Gregorio Nacianceno)

  • “Vida eterna” trata de dar un nombre a esta “desconocida realidad conocida”. Sería el momento del sumergirse en el océano del Amor infinito. Podemos únicamente tratar de pensar que este momento es la vida en sentido pleno. Tenemos que pensar en esta línea si queremos entender el objetivo de la esperanza cristiana (Benedicto XVI)

  • La comunión nos separa del pecado. El Cuerpo de Cristo que recibimos en la comunión es ‘entregado por nosotros’, y la Sangre que bebemos es ‘derramada por muchos para el perdón de los pecados’. Por eso la Eucaristía no puede unirnos a Cristo sin purificarnos al mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos de futuros pecados (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.393)

  • Santo del día

    Filipina Rosa estudió con las Visitandinas de Grenoble, pero la Revolución le impidió consagrarse como religiosa. En 1801, un tiempo de paz, ya pudo entrar en la Sociedad del Sagrado Corazón, donde realizó su sueño de ser misionera en los Estados Unidos, donde creó una nueva comunidad en Louisiana.  
    Romano era diácono de la Iglesia de Cesarea; al inicio de la persecución de Diocleciano del 303 vio que los fieles cristianos se rendían a las órdenes imperiales que exigían honrar a los falsos dioses. Fue arrestado y murió como mártir por haberlos exhortado a perder el miedo y mantener pura la fe.  
    Odón nació cerca de Tours, Francia, alrededor de 880. De joven fue iniciado a la vida caballeresca, pero luego se convirtió en monje en Cluny, el mayor centro espiritual de la Europa contemporánea. Allí retomó la regla benedictina con tanta fielidad, que fue considerado el refundador de la regla.   

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
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    📅 Calendario Litúrgico