Santo del 18 de noviembre
Romano era diácono de la Iglesia de Cesarea; al inicio de la persecución de Diocleciano del 303 vio que los fieles cristianos se rendían a las órdenes imperiales que exigían honrar a los falsos dioses. Fue arrestado y murió como mártir por haberlos exhortado a perder el miedo y mantener pura la fe.
Santo del 18 de noviembre
Filipina Rosa estudió con las Visitandinas de Grenoble, pero la Revolución le impidió consagrarse como religiosa. En 1801, un tiempo de paz, ya pudo entrar en la Sociedad del Sagrado Corazón, donde realizó su sueño de ser misionera en los Estados Unidos, donde creó una nueva comunidad en Louisiana.
Odón nació cerca de Tours, Francia, alrededor de 880. De joven fue iniciado a la vida caballeresca, pero luego se convirtió en monje en Cluny, el mayor centro espiritual de la Europa contemporánea. Allí retomó la regla benedictina con tanta fielidad, que fue considerado el refundador de la regla.
Oración del día:
"Ó S. Romano de Antioquía, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de S. Romano de Antioquía y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana
Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
¿Quiénes son los santos?
Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
La celebración del Santo del Día
Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
Un propósito espiritual
Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.