Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del jueves, 21 de agosto de 2025

Calendario Litúrgico del jueves, 21 de agosto de 2025

Memoria de San Pio X, papa

Memoria

Lecturas y Evangelio de hoy

Lectura I: Jueces 11, 29-39
Salmo Responsorial: Del Salmo 39
Aclamación antes del Evangelio: Cfr Salmo 94, 8
Evangelio: Mateo 22, 1-14

Color litúrgico: Rojo

jueves, 21 de agosto de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Lectura I

Jueces 11, 29-39

En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté, que recorrió la región de Galaad y de Manasés, pasó por Mispá de Galaad y de allí marchó contra los amonitas. Jefté le hizo una promesa al Señor, diciendo: “Si me entregas a los amonitas, al primero que salga a la puerta de mi casa para recibirme, cuando vuelva victorioso de la guerra contra los amonitas, te lo ofreceré en holocausto”.

Jefté marchó contra los amonitas y el Señor se los entregó. Los derrotó desde Aroer hasta la entrada de Minit, donde hay veinte ciudades, hasta Abel-Keramín, y les tomó sus veinte ciudades. La derrota de los amonitas fue grandísima y fueron humillados por los israelitas.

Cuando Jefté volvió a su casa en Mispá, lo salió a recibir su hija, bailando al son de las panderetas. Jefté no tenía más hijos que ella. Al verla, Jefté se rasgó las vestiduras y gritó: “¡Ay, hija mía! ¡Qué desdichado soy! ¿Por qué tenías que ser tú la causa de mi desgracia? Le hice una promesa al Señor y no puedo retractarme”. Ella le dijo: “Padre mío, si le has hecho una promesa al Señor, haz conmigo lo que le prometiste, ya que el Señor te ha concedido la victoria sobre tus enemigos”. Después le dijo a su padre: “Concédeme tan sólo este favor: Déjame andar por los montes durante dos meses para llorar con mis amigas la desgracia de morir sin tener hijos”. El le respondió: “¡Vete!” Y le concedió lo que le había pedido.

Ella se fue con sus amigas y estuvo llorando su desgracia por los montes. Al cabo de los dos meses, volvió a la casa de su padre y él cumplió con ella la promesa que había hecho.
 

Salmo Responsorial

Del Salmo 39

R. (cf  8a y 9a)  Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Dichoso el hombre 
que ha puesto su confianza en el Señor,
y no acude a los idólatras,
que se extravían con engaños. R.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios y ofrendas no quisiste,
abriste, en cambio, mis oídos a tu voz.
No exigiste holocaustos por la culpa, 
así que dije: "Aquí estoy”. R.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
En tus libros se me ordena
hacer tu voluntad;
esto es, Señor, lo que deseo:
tu ley en medio de mi corazón. R.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
He anunciado tu justicia 
en la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
tú lo sabes, Señor. R.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
 

Aclamación antes del Evangelio

Cfr Salmo 94, 8

R. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor que nos dice:
No endurezcan su corazón.
R. Aleluya.
 

Evangelio

Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

“El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.

Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: ‘Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda’. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron.

Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego les dijo a sus criados: ‘La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren’. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.

Cuando el rey entró a saludar a los convidados, vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?’ Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: ‘Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos”.

Reflexión

  • Reconoce, oh cristiano, la altísima dignidad de esta tu sabiduría, y entiende bien cuál ha de ser tu conducta y cuáles los premios que se te prometen (San León Magno)

  • El cristiano es aquel que está invitado a una fiesta, a la alegría, a la alegría de ser salvado, a la alegría de ser redimido, a la alegría de participar de la vida con Jesús. ¡Tú estás invitado a la fiesta! (Francisco)

  • Se entra en el Pueblo de Dios por la fe y el Bautismo. ‘Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios’, a fin de que, en Cristo, ‘los hombres constituyan una sola familia y un único Pueblo de Dios’ (Concilio Vaticano II) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 804)

  • Santo del día

    s. Pio X, papa
    Conocido por el Catecismo que lleva su nombre, el Papa Pío X, en el siglo Giuseppe Melchiorre Sarto, gobernó la Iglesia desde 1903 hasta 1914, año en que falleció, un mes antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Canonizado por Pío XII en 1954, en la Iglesia se lo recuerda el 21 de agosto.   Leia tudo...

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
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