Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

S. José, Esposo de la B. V. María, patrón de la Iglesia Universal

S. José, Esposo de la B. V. María, patrón de la Iglesia Universal - Santo del día 19 de marzo

Santo del 19 de marzo

Es el santo más amado por Jesús, que lo quiso como un hijo ama a su padre. Protector de las familias y de los trabajadores, se le festeja dos veces al año: el 19 de marzo, como Esposo de María; y el 1 de mayo, como Trabajador.  
S. José, Esposo de la B. V. María, patrón de la Iglesia Universal

Un hombre justo

Lo primero que nos dice el Evangelio de Mateo sobre José es que es un hombre justo.  Ante el inexplicable embarazo de María, su prometida, no piensa en su propio orgullo o en su dignidad herida: piensa en salvarla de la maldad de la gente y de la lapidación a la que podía ser condenada. Como no quiere repudiarla públicamente, planea despedirla en secreto. Pero pronto, en medio de esa comprensible angustia, de ese gran sufrimiento, el amor de Dios llega para consolarlo: un ángel le habla y le inspira la elección más justa, que es la de no tener miedo: “No temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús” (Mt 1,20).

Un hombre obediente

Un ángel acompaña a José en los momentos más difíciles de su vida. Su actitud ante las palabras del mensajero celeste es siempre de confiada obediencia: toma a María como su esposa; y cuando el ángel, después del nacimiento de Jesús, regresa para advertirle del peligro de la persecución de Herodes, escapa con su familia durante la noche a Egipto, un país extranjero, donde debe comenzar todo de nuevo y buscar un trabajo -en el capítulo 13 de Mateo, se nos habla de su oficio como artesano, cuando los habitantes de Nazaret se preguntaban sobre Jesús: ¿No es éste el hijo del carpintero?-.

Cuando el ángel regresa de nuevo y le avisa de la muerte de Herodes, aconsejándole que regrese a Israel, José conduce a María y Jesús a Galilea, a Nazaret, siempre obediente al mensajero del Señor.

Padre putativo

Sin duda alguna, José ama a Jesús con toda la ternura que un padre tiene por su propio hijo: hace todo lo posible por proteger y educar este misterioso niño, obediente y sabio, que le ha sido confiado.  

Educar a Jesús: la inmensa desproporción de decir al Hijo de Dios lo que es justo y lo que no lo es. Debió ser humanamente difícil, después de buscarlo tres días con angustia, cuando Jesús, sin advertir a sus padres, se quedó en el templo discutiendo con los doctores de la ley, escuchar a ese niño de doce años que le decía: “¿No sabían que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre?”. Tal vez es el mismo sentimiento de pérdida que todo padre siente cuando se da cuenta de que sus hijos no le pertenecen, sino que su destino está en las manos de Dios.

Protector de los moribundos

José no aparece en ninguno de los cuatro Evangelios durante la vida pública de Jesús, ni en el Calvario, ni en el momento de la Resurrección. Se deduce que murió antes de que Jesús iniciara su predicación. Según la tradición, José habría muerto teniendo a su lado a María y a Jesús, y por esta razón se le invoca como protector de los moribundos, ya que todos deseamos dejar esta tierra teniendo a nuestro lado a Jesús y a su Madre.

 

 

 

Oración del día:

 
"Ó S. José, Esposo de la B. V. María, patrón de la Iglesia Universal, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de S. José, Esposo de la B. V. María, patrón de la Iglesia Universal y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
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