Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

s. Jose María Escrivá de Balaguer, sacerdote, fundador del Opus Dei

s. Jose María Escrivá de Balaguer, sacerdote, fundador del Opus Dei - Santo del día 26 de junio

Santo del 26 de junio

Una obra que permitiera alcanzar la santidad a cualquier persona. Este fue el ideal que iluminó al joven Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. La suya es la historia de un sacerdote "enamorado de Dios" que solía decir: "De cien almas, nos interesan cien".  
s. Jose María Escrivá de Balaguer, sacerdote, fundador del Opus Dei

Unas huellas de pies desnudos impresas no solo en la nieve.
El capullo de la santidad puede florecer incluso al ver una escena aparentemente banal. Josemaría tenía solo 16 años cuando vio las huellas plasmadas sobre la nieve por algunos carmelitas que habían llegado a la ciudad. Delante de aquel testimonio de generosidad total que aquellos pies desnudos sobre la escarcha le habían impreso también en su alma, se preguntó qué muestra de generosidad le tocaba ofrecer a Jesús. Era el año 1918 y el muchacho español de Barbastro, Aragón, que se había mudado a Logroño con su familia, intuyó que Dios lo buscaba para algo que aún no tomaba forma cabal.

Los pasos de la vocación

Esas huellas en la nieve de alguna manera se le habían grabado muy dentro. Josemaría se preguntaba continuamente cuál sería el proyecto que Dios aún no se le había revelado completamente... hasta que tomó una decisión. ¿Qué mejor opción para predisponerse a seguir el proyecto divino que convertirse en sacerdote? Primero en Logroño y luego en el seminario de Zaragoza, el joven estudió y se formó no sólo para el futuro ministerio sino también en derecho, siguiendo los consejos de su padre, que murió en 1924. El 28 de marzo de 1925, Josemaría fue ordenado sacerdote y su primera experiencia pastoral fue en un suburbio de Zaragoza, entre los pobres y los analfabetas. De ese modo, la generosidad de aquellas huellas sobre la nieve se fueron imprimiendo cada vez con mayor fuerza en su corazón.

Visión de una Obra divina

Miércoles, 2 de octubre de 1928. Después de la misa, Escrivá subió a su habitación. Desde hacía poco menos de un año vivía con su familia en un pequeño apartamento en Madrid, con poco dinero y mucho trabajo, con compromisos sacerdotales, estudio y clases privadas. Mientras ponía orden sus notas - intenciones, inspiraciones, ideas - Josemaría "ve" la misión que Dios le pide. Es como un chispazo que lo asombra. Gente de todas las naciones y razas, de todas las edades y culturas que buscan y encuentran a Dios viviendo la vida ordinaria; que santifican su oficio, ya sea humilde o prestigioso; que perfuman con el evangelio su entorno, como si fuera un contagio muy saludable. Josemaría se arrodilló y escribió: "Tenía veintiséis años, la gracia de Dios y el buen humor. Nada más. Entendí que debía fundar el Opus Dei". Las huellas de aquellos pasos finalmente habían llegado a su destino.

"Con cien años de anticipación"

El estallido de la guerra civil española, particularmente feroz contra la Iglesia, le obligó a esconderse y a refugiarse más allá de los Pirineos, en Burgos, Francia. Regresó a Madrid en 1939 y luego en 1946 se fue a Roma donde fue recibido por Pío XII. El Papa Pacelli tenía a Escrivá en alta estima, pero el problema era que para aprobar canónicamente una Ópera de este tipo - cristianos comunes que anhelaban ser santificados en la vida diaria - faltaban los principios jurídicos en el Derecho canónico. Alguien dijo que el Opus Dei "había llegado con cien años de anticipación". Finalmente, entre 1947 y 1950, se le concedió la primera aprobación canónica. Las décadas siguientes vieron una gran expansión del Opus Dei y muchos viajes al mundo de su fundador. Josemaría Escrivá de Balaguer murió el 26 de junio de 1975. El 6 de octubre de 2002, Juan Pablo II lo proclamó Santo.

Santo del 26 de junio

Vivieron en el siglo V, hermanos de sangre y de fe, Juan y Pablo fueron martirizados probablemente en el 362, bajo el emperador Juliano el Apóstata. Los dos habrían sido asesinados en secreto y sepultados en su casa de Roma, que se encuentra bajo la basílica llamada hoy Celimontana.  
 

Oración del día:

 
"Ó s. Jose María Escrivá de Balaguer, sacerdote, fundador del Opus Dei, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de s. Jose María Escrivá de Balaguer, sacerdote, fundador del Opus Dei y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
📖 Evangelio de hoy
🙏 Hora Sexta
📅 Calendario Litúrgico