Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del 1 de febrero

Santo del 1 de febrero | Celebrando a Vida dos Santos da Igreja

Conozca la Historia y la Devoción

 

El día 1 de febrero, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.

Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 1 de febrero, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!

b. Ludovica Albertoni, viuda romana

"En el pasado fui más de mi marido que de mi misma, por lo que no pude dedicarme a ti, oh Jesús. Ahora que vivo sola, dejo de ser mía para ser toda tuya". Nunca fue fácil nacer en una familia noble: es cierto que así se garantizaba la sobrervivencia, pero en aquellos tiempos había tambièn obligaciones muy pesadas a las que había que someterse. Ludovica, nacida en 1474 de los patricios romanos Stefano Albertoni y Lucrezia Tebaldi, lo sabía muy bien y en la plenitud de su juventud tuvo que renunciar a su verdadera vocación para contraer un matrimonio impuesto por sus padres.

La oración como una escuela de vida

Pero vayamos en orden. Ludovica quedó huérfana de padre cuando tenía sólo dos años y como su madre se volvió a casar, fue criada por su abuela y algunas tías que la educaron en la cultura y la educación católica. A los 20 años tuvo que casarse contra su voluntad con el noble Giacomo della Cetera de Trastevere; un sujeto de carácter rudo e inestable. A pesar de esto, Ludovica fue una esposa fiel que le dio tres hijas.

El abrazo a la "Dama Pobreza"

A la edad de 32 años Ludovica enviudó y, después de ganar una disputa con un cuñado sobre la herencia de su marido, dividió la propiedad entre sus hijas, donó sus propios bienes y se dedicó a servir a los pobres en cuerpo y alma. Desde hacía algún tiempo frecuentaba la cercana iglesia de san Francisco a Ripa, guiada en su camino espiritual por los Frailes Menores que la acompañaron en su decisión de convertirse en Terciaria Franciscana. Siguiendo los pasos de san Francisco, Ludovica se esforzó especialmente en arrancar de la calle y de la ignorancia a las jóvenes abandonadas, educándolas personalmente y enseñándoles un oficio honesto con el cual mantenerse. En 1527, durante el saqueo de Roma por los Lansquenets, se prodigó para ayudar al pueblo romano, incluso abriendo las puertas de su casa y ganándose el apodo de "Madre de los pobres".

La devoción de los romanos

Murió a la edad de 60 años y fue sepultada, según su voluntad, en la Capilla de Santa Ana de la iglesia de san Francisco a Ripa en el Trastevere. Fue venerada inmediatamente por los romanos, que conocían tanto su fama de bondad como los episodios de éxtasis y levitación que el Señor en vida había querido darle, tanto que el artista Gian Lorenzo Bernini quiso representar sus éxtasis en una célebre obra maestra de la escultura barroca. Fue beatificada por Clemente X en 1671 y hoy es venerada como Copatrona de Roma.

Fiel proseguidora de la obra evangelizadora de San Patricio, fue la fundadora de uno de los primeros monasterios de Irlanda en Kildare, cerca de Dublín, donde fue abadesa de las ramas masculina y femenina. En la Edad Media los peregrinos la invocaban: "Santa Brígida, protégenos en nuestro viaje".  

Calendario Litúrgico

1 de febrero: Sábado de la III semana del Tiempo ordinario

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera Lectura: Hebreos 11, 1-2, 8-19
Salmo Responsorial: Lucas 1, 69-70. 71-71. 73-75
Aclamación antes del Evangelio: Juan 3, 16
Evangelio: Marcos 4, 35-41

Color litúrgico: Verde

Reflexión

  • En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol (San Juan Mª Vianney)

  • Los Apóstoles no deben temer las amenazas: Cristo —aunque silencioso— está en la barca y, por eso mismo, nunca se ha hundido (Benedicto XVI)

  • La referencia primera y última de esta catequesis será siempre Jesucristo que es ‘el camino, la verdad y la vida’ (Jn 14,6). Contemplándole en la fe, los fieles de Cristo pueden esperar que Él realice en ellos sus promesas, y que amándolo con el amor con que Él nos ha amado realicen las obras que corresponden a su dignidad (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.698)

  • 📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
    📅 Calendario Litúrgico