Santo del 17 de abril
Conozca la Historia y la Devoción
El día 17 de abril, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 17 de abril, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
En 324 Simeón, llamado Bar Sabba, se convirtió en obispo de Seleucia-Ctesifón, en Persia. Veinte años más tarde el rey Sapor II reavivó la persecución de los cristianos y Simeón fue víctima, junto con algunos de sus compañeros.
Monje francés, está a favor de la estricta observancia de la regla benedictina y no está de acuerdo con sus hermanos. En 1098 fundó una nueva abadía en Cîteaux, cuyos monjes se llamarían cistercienses. Murió en 1111 y fue canonizado por Honorio III un siglo después.
Calendario Litúrgico
17 de abril: Quinta-feira da Semana Santa (Missa vespertina da Ceia do Senhor)
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera Lectura:
Éxodo 12, 1-8. 11-14
Segunda Lectura:
1 Corintios 11, 23-26
Aclamación antes del Evangelio:
Juan 13:34
Evangelio:
Juan 13, 1-15
Color litúrgico: Blanco
Reflexión
Es tanta la utilidad del abajamiento humano, que incluso lo recomendó con su ejemplo la sublimidad divina, porque el hombre soberbio perecería para siempre, si el Dios humilde no lo hubiese hallado (San Agustín)
Vivir supone ensuciarse los pies por los caminos polvorientos de la vida, de la historia. Todos tenemos necesidad de ser purificados, de ser lavados (Francisco)
El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin. Sabiendo que había llegado la hora de partir de este mundo para retornar a su Padre, en el transcurso de una cena, les lavó los pies y les dio el mandamiento del amor. Para dejarles una prenda de este amor, para no alejarse nunca de los suyos y hacerles partícipes de su Pascua, instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección, y ordenó a sus apóstoles celebrarlo hasta su retorno, constituyéndoles entonces sacerdotes del Nuevo Testamento (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.337)