Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del 22 de mayo

Santo del 22 de mayo | Celebrando a Vida dos Santos da Igreja

Conozca la Historia y la Devoción

 

El día 22 de mayo, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.

Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 22 de mayo, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!

s. Rita de Casia, religiosa agustina

Es en la pequeña aldea de Roccaporena, en Umbria (Italia), dónde muy probablemente nace en 1371, Margarita Lotti, llamada en diminutivo “Rita”. Los padres, modestos campesinos y ganaderos, se esfuerzan por darle una buena formación escolar y religiosa en la vecina Casia, donde la instrucción está a cargo de los frailes agustinos. En tal contexto, madura su devoción por San Agustín, San Juan Bautista y Nicolás de Tolentino, que Rita elige como sus santos protectores.

Rita esposa y madre

Alrededor de 1385 se casa con Paolo di Ferdinando di Mancino.  Conflictos y rivalidades políticas son los rasgos que caracterizan la sociedad de ese momento; también el marido de Rita se ve envuelto. Pero la joven esposa, con la oración, su llaneza y con la capacidad de pacificar aprendida de los padres, lo ayuda poco a poco a vivir una conducta más auténticamente cristiana. Con el amor, la comprensión y la paciencia, la relación de Rita y Paolo se convierte en una unión fecunda, bendecida con la llegada de dos hijos varones: Giangiacomo y Paolo María. A este sereno hogar se contrapone sin embargo la espiral de odio de las facciones de la época. El esposo de Rita se encuentra inmerso por vínculos de familia y es asesinado. Para evitar ver a los hijos empujados a la venganza, les esconde la camisa ensangrentada del padre. En su corazón, Rita perdona a los que han matado a su marido, pero la familia de Mancino no se resigna, hace presión; se desatan los rencores y las hostilidades. Rita no deja de rezar para que no se derrame más sangre, y hace de la oración, su arma y su consuelo. Aún así, las tribulaciones no disminuyen. Una enfermedad provoca la muerte a Giangiacomo y a Paolo María, y su único consuelo es pensar en la salvación de sus almas, que ya no estarán más expuestas al peligro de condena, en el clima de revancha suscitado por el asesinato del cónyuge.

Monja agustiniana

Sola, Rita comienza una vida de oración aún más intensa por sus queridos difuntos, pero también por la familia Mancino, para que perdonen y encuentren la paz.  A la edad de 36 años pide ser admitida entre las monjas agustinas del Monasterio de Santa María Magdalena de Casia, pero su solicitud es rechazada: las religiosas, tal vez temen que con el ingreso de Rita – viuda de un hombre asesinado- puedan poner en peligro la seguridad de su comunidad. Las oraciones de Rita, y la intercesión de sus santos protectores, traen por el contrario, la pacificación entre las familias envueltas en el asesinato de Paolo di Mancino, y después de tantos obstáculos, por fin es admitida en el monasterio. Se cuenta, que durante el noviciado, la abadesa para probar la humildad de Rita, le hace regar un leño seco y que su obediencia, es premiada por Dios, con una vid exuberante. A lo largo de los años, Rita se distingue como una religiosa humilde, que pone gran celo en la oración y en los trabajos que le son encomendados, capaz de frecuentes ayunos y penitencias. Sus virtudes se hacen conocidas incluso fuera de los muros del convento, sobre todo en lo que se refiere a las obras de caridad a las que se dedica Rita al lado de sus hermanas, que unen a la vida de oración, las visitas a los ancianos, el cuidado de los enfermos y la asistencia a los pobres.

La santa de las rosas

Cada vez más inmersa en la contemplación de Cristo, Rita pide poder participar en su Pasión,  y en 1432, absorta en la oración, se encuentra sobre la frente, la herida de la corona de espinas del Crucificado. El estigma, persiste hasta su muerte, durante 15 años. En el invierno que precede a su muerte, Rita enferma y postrada en el lecho, le pide a una prima que ha venido de visita desde Roccaporena, que le traiga dos higos y una rosa del huerto de la casa paterna. Es el mes de enero, la mujer le sigue la corriente, pensando en el delirio de la enfermedad. Cuando vuelve, encuentra estupefacta, los higos y la rosa, y los lleva a Casia. Para Rita, son el signo de la bondad de Dios que ha acogido en el cielo a sus dos hijos y al esposo. Rita expira la noche del 21 al 22 de mayo del año 1447. A causa del olor de santidad inmediatamente después de su muerte, el cuerpo nunca fue sepultado. Hoy día es custodiado por una urna de cristal. Rita supo florecer, a pesar de las espinas que la vida le tenía preparadas, ofreciendo el buen perfume de Cristo, y deshelando el gélido invierno de tantos corazones. Por esta razón, y en recuerdo del prodigio de Roccaporena, el símbolo de sus ritos es, por excelencia, la rosa.

 

s. Julia, virgen y mártir en Córsega

Virgen y mártir

En Córcega, Santa Julia Virgen, por medio del suplicio de la cruz, obtiene la corona de la gloria. Cristiana de origen cartaginés, vendida como esclava, la nave que la transportaba se detiene en Nonza, en el Cabo Corso. Es allí que por odio a la fe, fue torturada y crucificada en torno al 303. Desde entonces, siempre se la venera con fervor.

Vendida como esclava

En la época en que Cartago fue tomada al asalto, Santa Julia fue comprada por un hombre de nombre Eusebio. Su patrón, a pesar de ser pagano, admiraba el coraje con el que la mujer cumplía con su servicio.  Cuando, después de terminar su trabajo, se le permitía reposar, se dedicaba a la lectura o se recogía en la oración. Movida por el amor a Dios, ayunaba frecuentemente y su patrón no consiguió nunca hacer que interrumpiera su ayuno ni un solo día, excepto el domingo de Resurrección.

 

Torturada y crucificada

Cuando la nave de su patrón se encontraba en el puerto del Cabo Corso, donde Eusebio asiste a una fiesta pagana; unos paganos lo duermen y aprovechan para raptar a Julia que se había quedado en la embarcación. Esta rechazó renegar de Cristo: “mi libertad es servir a Cristo, al que adoro cada día con toda la pureza de mi alma”. Julia fue torturada, y después flagelada. Y mientras sufría estos tormentos, la santa continuaba confesando su fe con todo ardor: ”confieso –gritaba- a quien por amor a mí, ha soportado el suplicio de la flagelación. Y si el Señor ha sido coronado de espinas por mí, ha sido clavado en el árbol de la cruz, ¿porqué debería zafarme de que me arranquen los cabellos, como precio por la confesión de mi fe, a fin de merecer la palma del martirio?”. La santa murió crucificada.   

Calendario Litúrgico

22 de mayo: Jueves de la V semana de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Hechos 15, 7-21
Salmo Responsorial: Salmo 95, 1-2a. 2b-3. 10
Aclamación antes del Evangelio: Juan 10, 27
Evangelio: Juan 15, 9-11

Color litúrgico: White

Reflexión

  • Dios mío, Trinidad a quien adoro, pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo. Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente, totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora (Beata Isabel de la Trinidad)

  • Dios sabe transformar en amor incluso las cosas difíciles y agobiantes de nuestra vida. Lo importante es que ‘permanezcamos’ en la vid, en Cristo (Benedicto XVI)

  • Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: ‘Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor’ (Jn 15,9-10) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.824)

  • 📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
    📅 Calendario Litúrgico