Santo del 27 de julio
Conozca la Historia y la Devoción
El día 27 de julio, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 27 de julio, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Nacido en Nicomedia de Bitinia, en la actual Turquía, educado cristianamente por su madre, una vez médico, Pantaleón comenzó a curar gratuitamente a los pobres, lo que no les gustó a las autoridades paganas. Denunciado al emperador, fue condenado a muerte y murió mártir en el año 305.
Celestino I fue Papa desde el 422 hasta el 432. Durante su Pontificado hizo restaurar y construir muchas basílicas en Roma pero, sobre todo, se lo recuerda como un arduo defensor de la pureza de la fe contra las herejías de Pelagio y Nestorio, condenado públicamente en el Sínodo de Roma.
Calendario Litúrgico
27 de julio: XVII Domingo Ordinario
Solemnity
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Génesis 18, 20-32
Segunda lectura:
Colonsenses 2, 12-14
Aclamación antes del Evangelio:
Romanos 8, 15bc
Evangelio:
Lucas 11, 1-13
Color litúrgico: Green
Reflexión
Él quiere que yo le ame porque me ha perdonado, no mucho, sino todo. No ha esperado a que yo le ame mucho, sino que ha querido que yo sepa hasta qué punto Él me ha amado, para que yo le ame a Él ¡con locura…! (Santa Teresa de Lisieux)
El Señor nos dice cómo hemos de orar. Lucas pone el “Padrenuestro” en relación con la oración personal de Jesús mismo. Él nos hace partícipes de su propia oración, nos introduce en el diálogo interior del Amor trinitario (Benedicto XVI)
Esta oración que nos viene de Jesús es verdaderamente única: ella es “del Señor”. Por una parte, en efecto, por las palabras de esta oración el Hijo único nos da las palabras que el Padre le ha dado: Él es el Maestro de nuestra oración. Por otra parte, como Verbo encarnado, conoce en su corazón de hombre las necesidades de sus hermanos y hermanas los hombres, y nos las revela: es el Modelo de nuestra oración (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.765)