Santo del 4 de junio
Conozca la Historia y la Devoción
El día 4 de junio, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 4 de junio, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Ascanio nació en una de las familias más prominentes del sur de Italia, los Caracciolo. Cuando será aprobado su nuevo Instituto, cambiará el nombre por Francisco, en honor al Santo de Asís. Devoto de María y enamorado de la Eucaristía, trabajó en la difusión de la Adoración hasta su muerte en 1608.
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Poco se sabe de Quirino, llamado "de Tívoli" porque sus restos reposaban en la Basílica de San Lorenzo. Se supone que fue el obispo de Siscia, en Croacia: encarcelado en el año 309 durante las persecuciones de Diocleciano, quien habría logrado convertir al carcelero antes de ser martirizado.
Calendario Litúrgico
4 de junio: Miércoles de la VII semana de Pascua
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Hechos 20, 28-38
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr Juan 17, 17
Evangelio:
Juan 17, 11-19
Color litúrgico: White
Reflexión
La totalidad de los fieles, nacida en la fuente bautismal, ha nacido con Cristo en su nacimiento, del mismo modo que ha sido crucificada con Cristo en su pasión y ha sido resucitada en su resurrección (San León Magno)
La oración de Jesús en la víspera de su pasión ha resonado hoy en el Evangelio: ‘Que sean una sola cosa como nosotros’. De este eterno amor entre el Padre y el Hijo, que se extiende en nosotros por el Espíritu Santo, toma fuerza nuestra misión y nuestra comunión fraterna (Francisco)
La oración de la ‘hora de Jesús’, llamada rectamente ‘oración sacerdotal’ (cf. Jn 17), recapitula toda la Economía de la creación y de la salvación. Inspira las grandes peticiones del ‘Padre Nuestro’ (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.758)