Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Beato Santiago Alberione

Santo del 26 de noviembre

Fue el primer miembro de la Pía Sociedad de San Pablo en ser beatificado por Juan Pablo II en 1989. Originario de Alba, Piamonte, fue el director y fundador de la nueva casa paulina en Roma donde fue formador y evangelizador a través de un sabio uso de los medios de comunicación.  

Santo del 26 de noviembre

s. Siricio, papa
Llega a ser Papa en el 384 e inmediatamente establece una relación de confianza y colaboración con San Ambrosio de Milán. Siricio es un Pontífice moderado y equilibrado, además del primero, según los historiadores, en afirmar la primacía del “mayor Pedro” y hacerse llamar “Papa”.  
s. Leonardo de Puerto Mauricio, sacerdote franciscano
Según s. Juan Pablo II, Leonardo fue "un sacerdote franciscano de palabra ardiente, que recorrió Italia para amonestar y convertir a inmensas multitudes, llamando a la penitencia y a la piedad". Para honrar la dolorosa pasión de Cristo, edificó en el Coliseo de Roma las 14 Estaciones del Vía Crucis.   Leer todo...Leia tudo...
s. Silvestre, abad, fundador de los Silvestrinos
Uno de los fundadores del monacato reformado, Silvestre, después de pasar tres años como ermitaño en las montañas de las Marcas, fundó una comunidad que adoptó la Regla de san Benito. Los nuevos monjes benedictinos se llamaron "silvestrinos". Murió en 1267 y fue canonizado en 1589 por Clemente VIII.   Leer todo...Leia tudo...
 

Oración del día:

 
"Ó Beato Santiago Alberione, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de Beato Santiago Alberione y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
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