Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

s. Bartolomeo, apóstol

s. Bartolomeo, apóstol - Santo del día 24 de agosto

Santo del 24 de agosto

Bartolomé o Natanael es uno de los doce apóstoles que acompañaron a Jesús desde su bautismo en el Jordán hasta su muerte y resurrección. Sabemos por los Evangelios que era un pescador de Caná, inicialmente escéptico. Las tradiciones añaden que evangelizó la India y que murió como mártir en Armenia.  
s. Bartolomeo, apóstol

"Felipe encontró a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José. Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo: Ven, y ve. Jesús vio venir a Natanael y dijo de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño. Natanael le dijo: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael repuso: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús diciendo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y añadió: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre". (Jn 1,45-51)

Bartolomé aparece en los Evangelios sinópticos con su nombre griego que procede del patronímico arameo bar-Tôlmay, "hijo de Tôlmay" o "hijo de Ptolomeo". En el Evangelio de Juan, en cambio, aparece con un nombre hebreo, Natanael. La etimología hebrea de su nombre significa "Dios ha dado". La tradición asimiló a Bartolomé y a Natanael como la misma persona.

Su encuentro personal con Jesús en el Evangelio de Juan

Lo que sabemos con certeza sobre la vida de Bartolomé nos viene de los textos de los Evangelios, especialmente del Evangelio de Juan, donde se relata en detalle cómo su encuentro personal con Jesús lo condujo a la profesión de fe en el Mesías anhelado. Natanael o Bartolomé era un pescador de Caná que conocía bien Nazaret, que se halla a sólo 8 km, pero no se confiaba mucho de sus habitantes: por eso se mostró escéptico cuando su amigo Felipe le habló de Jesús nazareno y preguntó con mucha ironía si por caso del pobre pueblo de Nazaret hubiera podido salir algo bueno. Felipe no intentó convencerlo con palabras sino que lo invitó a tener su propio encuentro personal con Jesús. Bartolomé accedió y fue a buscar a Jesús pero, cuando lo encontró, fue Jesús quien lo sorprendió al decirle que antes de que Felipe lo hubiera llamado, había sido Jesús quien ya sabía que Bartolomé era "un israelita sincero y sin doblez". También Jesús le reveló que lo había conocido ya desde que "estaba debajo de la higuera" y a este punto, Bartolomé, un hombre concreto y apegado a la tradición que meditaba diariamente las Escrituras, hizo una verdadera confesión de fe en Jesús como el Mesías esperado por Israel: "¡Tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!"

Apóstol en la India, mártir en Armenia según las tradiciones populares

Después de la muerte y resurrección de Jesús, el libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice qué los discípulos se reunieron en oración junto con María y otras mujeres. Entre ellos también estaba Bartolomé: "Entonces los apóstoles regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, un trecho corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. Todos ellos se reunían para orar asiduamente con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos". (cf. Hch 1,12-14).
Los eventos ulteriores ya no resultan reportados por fuentes históricas seguras, pero las tradiciones populares dicen que Bartolomé se fue a predicar la Palabra de Dios en varias regiones orientales, desde Mesopotamia hasta la India, donde Dios acompañaba su predicación con milagros y curaciones prodigiosas. Se dice también que llegó hasta Armenia y que allí, además de predicar la conversión a las poblaciones de doce ciudades, también logró evangelizar al Rey Polimio y a su esposa, haciendo que los sacerdotes de las divinidades paganas locales se enfuriasen. Otras leyendas afirman que Astiage, el hermano del rey, instigado por los sacerdotes, logró condenarlo a muerte. Estas narraciones añaden que su martirio habría tenido lugar en Albanopoli alrededor del año 68. Por último, después de mil vicisitudes acaecidas a lo largo de los siglos, se dice que sus reliquias habrían llegado a Roma por intervención del emperador Otón III, reliquias que hoy se hallan conservadas en la basílica que le fue dedicada en la Isla Tiberina.

Santo del 24 de agosto

s. Juana Antida Thouret, virgen, fundadora de las Hermanas de la Caridad
De familia pobre, huérfana desde muy pequeña, Francisca Juana ingresó primero al Instituto de las Hijas de la Caridad y luego, no sin grandes incomprensiones y sufrimientos, fundó el Instituto de las Hermanas de la Caridad. Murió en Nápoles en 1826; fue beatificada y canonizada por Pío XI en 1934.   Leer todo...Leia tudo...
Santa Emilia de Vialar
Santa Emilia nace en 1797 en Gaillac, Francia, donde en 1832 fundó la Congregación de las Hermanas misioneras de San José de la Aparición, cuya labor consistía en contribuir a la realización del plan de salvación de Dios para la humanidad.    Leer todo...Leia tudo...
 

Oración del día:

 
"Ó s. Bartolomeo, apóstol, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de s. Bartolomeo, apóstol y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
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