Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

s. Clara de Asís, virgen, fundadora de las Clarisas

s. Clara de Asís, virgen, fundadora de las Clarisas - Santo del día 11 de agosto

Santo del 11 de agosto

El 11 de agosto la Iglesia recuerda a Santa Clara de Asís, vírgen del siglo XIII, fundadora de las Clarisas. Cuando tenía 18 años, no obstante la objeción de la familia, siguió a Francisco abandonando las riquezas y dedicándose totalmente a la oración. Es la patrona de la televisión.  
s. Clara de Asís, virgen, fundadora de las Clarisas

Pobre por elección, siguiendo los pasos de Francisco

Domingo de Ramos 1211.  El silencio en la noche de la campiña en Asís se rompe con los pasos de Clara. Sabe que está a punto de contradecir a su amada y rica familia, pero Dios ha puesto en ella el deseo de la verdadera libertad: quiere ser pobre. Esa fuga a la seguridad que le daba su familia, es el epílogo de un recorrido iniciado siete años antes cuando es testigo de un hecho emocionante: un joven rico se desnuda, se quita sus vestidos y los devuelve al padre y abraza la Virgen Pobreza. Es Francisco. Cuando escapa de su casa, Francisco espera a Clara en la Porciúncula: le corta sus cabellos, le pone una túnica de lana cruda y le encuentro un lugar donde quedarse en el monasterio benedictino de San Pablo en Bastia Umbra. Su padre tratará de convencerla inútilmente para que regrese a casa.

“Damas pobres”

La luz especial de Clara conquista a otras mujeres, entre ellas, su madre y las hermanas: muy pronto serán unas cincuenta. Francisco las llama “damas pobres” o “reclusas pobres” y dispone para ellas el pequeño monasterio de San Damián, que recién había restaurado  y donde el joven recibió la invitación “Ve y repara mi casa “.  Entre el pobrecito y Clara hay una comunión plena, ella se define “su planta de semillero” y acompaña en misión a los frailes por el mundo con la oración continua junto con las hermanas.

Primera mujer que escribe una Regla

Fuerte y determinada, es la primera mujer que escribe una Regla y que obtiene la aprobación del Papa Gregorio IX, sellada luego por la bula de Inocencio IV en 1253, la Regla habla del “privilegio de la pobreza” y del ardiente deseo de “observar el evangelio”.

Incansable adoradora de la Eucaristía

La enfermedad marca sus últimos 30 años, pero no abandona jamás el contacto gozoso con el Señor de la oración: “No hay nada tan grande – escribe – como el corazón del hombre, allí en su intimidad, vive Dios”. Incansable adoradora de la Eucaristía,  provoca la fuga de los sarracenos de Asís con la píxide en sus manos.

Proclamada santa dos años después de su muerte

Una noche de Navidad, absorta en sus oraciones, contempla desde las paredes de su celda los ritos  que se celebran en esos momentos en la Porciúncula, corazón de la comunidad de los frailes. Por este motivo fue declarada por Pío  XII protectora de la televisión.

Muere el 11 de agosto del 1253 sobre el frío pavimento de San Damián. Sus últimas palabras fueron una acción de gracias: “Señor, Tú que me has creado, bendito seas”. En los funerales participa una muchedumbre jamás vista y sólo dos años más tarde fue proclamada santa por Alejandro IV.

Santo del 11 de agosto

En los itinerarios del siglo VII se narra que Tiburcio fue uno de los primeros mártires cristianos. Su tumba se halla en el cementerio de Duas Lauros en la Vía Labicana de Roma. El Papa San Dámaso alabó su martirio. Parte de sus restos se conserva en el altar mayor de la iglesia de San Apolinar.  
s. Susana, romana, en la Iglesia homónima
Se consagró a Cristo, rechazó casarse con el hijo adoptivo del emperador Diocleciano. Por tal motivo, Santa Susana fue condenada a muerte y decapitada en su casa, que después fue lugar de culto. Los restos podrían estar en la iglesia actual dedicada a ella en el centro de Roma.   Leer todo...Leia tudo...
 

Oración del día:

 
"Ó s. Clara de Asís, virgen, fundadora de las Clarisas, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de s. Clara de Asís, virgen, fundadora de las Clarisas y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
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