Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

S. Gregorio de Narek

S. Gregorio de Narek - Santo del día 27 de febrero

Santo del 27 de febrero

Para el San Juan de la Cruz armenio, religión y poesía eran inseparables. Monje, literato, filósofo y místico, toda su obra es una conversación libre y directa con el Dios de la luz. El Papa Francisco lo proclamó doctor de la Iglesia en 2015.  
S. Gregorio de Narek

Un día una tormenta te sacudió, y tus aguas...rasgadas por los relámpagos, elevaron un extraño canto, frenético y armonioso, noblemente áspero y suavemente terrible...como entonado por la trompeta de un arcángel preso del espanto y la piedad frente a los horrores del infierno abierto. Era el alma del monje de Narek que pasaba sobre ti”. 

(Oda a la lengua armenia, 1908)

Las palabras que el escritor Archag Tchobanian dedica a Gregorio de Narek en este poema, escrito en uno de los momentos más terribles de la historia armenia, revelan el crisol donde el monje forjó un nuevo verbo teológico arraigado profundamente en la tradición de su tierra.

No busco la quietud, sino el rostro de Aquel que la otorga (Lamentaciones)

Gregorio de Narek, nació entre 945 y 951 en el Vaspurakan  (Armenia histórica) en una familia de literatos. Tras la muerte prematura de su madre, su padre, Khosrov, es nombrado arzobispo de Andzevatsik y confía su educación a su tío Ananías, médico, filósofo y abad del monasterio basiliano de Narek, célebre escuela de Sagrada Escritura y Patrística.  Gregorio estudiará allí, además de la Biblia, a los poetas y filósofos helenistas, será ordenado sacerdote, luego abad y reformará Narek. Contemplativo, pero no aislado de los acontecimientos políticos y eclesiásticos de su tierra y su tiempo, su  fama traspasa los muros  del monasterio.  Así, a petición del príncipe Gurgen de Andzevatsik, escribe su Comentario sobre el Cantar de los Cantares  y del obispo Stepanos  la historia de la Santa Cruz de Aparank y destina sermones e himnos a la enseñanza del pueblo. De especial importancia para la comprensión de sus enseñanzas mariológicas son los encomios a la Santísima Virgen, en los que preanunciaría la concepción inmaculada de María, con un estilo conmovedor donde se percibe su añoranza de la figura materna.  Al final de su vida escribe  “El Libro de las Lamentaciones” tan popular y amado  en Armenia que  su lectura era obligatoria para los escolares una vez que hubieran aprendido el alfabeto. Muere alrededor del 1010 en Narek donde su tumba, lugar de peregrinación durante ocho siglos, fue destruida al igual que el monasterio durante el genocidio de 1915-1916.

Dios se esconde en el lenguaje

Escrita hace 1.200 años, la obra de Narek sigue siendo un modelo universal de literatura y espiritualidad. Gregorio inventa un género, una especie de treno (oración fúnebre griega) sobre un alma en extremo peligro y un tipo de libro, una cadena de oraciones.  “El ritmo y el número a los que recurrí en el poema anterior -dice en Las Lamentaciones- no tenían otro fin que agudizar el dolor, la queja, los suspiros, la amarga letanía de lágrimas...Por lo tanto, retomaré aquí la misma forma, en cada frase, como anáfora y como epístrofe, y haré que la repetición figure fielmente el espíritu, el poder vivificante de la oración".  Es un innovador porque  libera la palabra interior de todos los cánones de expresión regulados por la tradición filosófica o religiosa de su tiempo y al hacerlo devuelve al espíritu su derecho a expresarse sin restricciones, entablando un diálogo directo con Dios que excluye cualquier dogmatismo, excepto el de la libertad.  Un diálogo donde la soledad del ser humano y el silencio expresivo de Dios se entrecruzan y se responden;  una “venida de Dios en el lenguaje” que muestra incluso los límites de éste para abordar lo divino. 

En los 95 capítulos u oraciones de Las Lamentaciones, el monje filósofo se hace representante solidario de todo el género humano, extraviado en el laberinto del pecado y angustiado por la necesidad de amor, en constante tensión hacia algo que no pertenece al mundo que habita,  hasta abandonarse a la misericordia del Dios de la luz, cuya proximidad siente entonces como inmediata.

Su herencia fue recogida por los poetas armenios del siglo XX en una época en la que anteponer el ser humano a cualquier sistema era extremadamente difícil. 

Un grito que se hace oración

El 12 de abril de 2015 con motivo de su proclamación como Doctor de la Iglesia, el Papa Francisco, escribía en su Mensaje a los Armenios: “San Gregorio de Narek, monje del siglo X, más que cualquier otro supo expresar la sensibilidad de vuestro pueblo, dando voz al grito, que se convierte en oración (...) Formidable intérprete del espíritu humano, parece pronunciar palabras proféticas para nosotros: «Yo cargué voluntariamente todas las culpas, desde las del primer padre hasta las del último de sus descendientes, y de ello me consideré responsable» (Libro de las lamentaciones, LXXII). Cuánto nos impacta ese sentimiento suyo de solidaridad universal. Qué pequeños nos sentimos ante la grandeza de sus invocaciones: «Acuérdate, [Señor,]... de quienes en la estirpe humana son nuestros enemigos, pero para su bien: concede a ellos perdón y misericordia (...) No extermines a quienes me muerden: ¡conviértelos! Extirpa la viciosa conducta terrena y arraiga la buena conducta en mí y en ellos» (ibid., LXXXIII). 

Santo del 27 de febrero

s. Gabriel de la Dolorosa clérigo pasionista
El santo de los jóvenes, a San Gabriel de la Dolorosa se dirigen centenares de estudiantes antes de los exámenes de graduación, en el santuario de Isola del Gran Sasso. Amante de la vida mundana, elige pues consagrarse a Dios entre los Pasionistas. Muere el 27 de febrero de 1862 a sólo 24 años.   Leer todo...Leia tudo...
 

Oración del día:

 
"Ó S. Gregorio de Narek, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
 
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de S. Gregorio de Narek y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
 

El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana

Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
 

¿Quiénes son los santos?

Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
 

La celebración del Santo del Día

Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
 

Un propósito espiritual

Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
 
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.
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