Santo del 18 de noviembre
Conozca la Historia y la Devoción
El día 18 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 18 de noviembre, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Filipina Rosa estudió con las Visitandinas de Grenoble, pero la Revolución le impidió consagrarse como religiosa. En 1801, un tiempo de paz, ya pudo entrar en la Sociedad del Sagrado Corazón, donde realizó su sueño de ser misionera en los Estados Unidos, donde creó una nueva comunidad en Louisiana.
Romano era diácono de la Iglesia de Cesarea; al inicio de la persecución de Diocleciano del 303 vio que los fieles cristianos se rendían a las órdenes imperiales que exigían honrar a los falsos dioses. Fue arrestado y murió como mártir por haberlos exhortado a perder el miedo y mantener pura la fe.
Odón nació cerca de Tours, Francia, alrededor de 880. De joven fue iniciado a la vida caballeresca, pero luego se convirtió en monje en Cluny, el mayor centro espiritual de la Europa contemporánea. Allí retomó la regla benedictina con tanta fielidad, que fue considerado el refundador de la regla.
Calendario Litúrgico
18 de noviembre: Martes de la XXXIII semana del Tiempo ordinario
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera Lectura:
2 Macabeos 6, 18-31
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr 1 Juan 4, 10
Evangelio:
Lucas 19, 1-10
Color litúrgico: Green
Reflexión
Lo que se lleva a cabo con una disposición de ánimo triste y forzado no merece gratitud ni tiene nobleza. De manera que, cuando hacemos el bien, hemos de hacerlo, no tristes, sino con alegría (San Gregorio Nacianceno)
“Vida eterna” trata de dar un nombre a esta “desconocida realidad conocida”. Sería el momento del sumergirse en el océano del Amor infinito. Podemos únicamente tratar de pensar que este momento es la vida en sentido pleno. Tenemos que pensar en esta línea si queremos entender el objetivo de la esperanza cristiana (Benedicto XVI)
La comunión nos separa del pecado. El Cuerpo de Cristo que recibimos en la comunión es ‘entregado por nosotros’, y la Sangre que bebemos es ‘derramada por muchos para el perdón de los pecados’. Por eso la Eucaristía no puede unirnos a Cristo sin purificarnos al mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos de futuros pecados (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.393)