Santo del 26 de octubre
Conozca la Historia y la Devoción
El día 26 de octubre, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 26 de octubre, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Históricamente hay pocas noticias sobre Demetrio, un diácono que vivió antes del siglo V y murió como mártir en Srijem, Panonia. Probablemente era un ciudadano de Tesalónica - ahora Salónico - en la provincia griega de Macedonia, donde fue arrestado por su predicación del Evangelio de Jesucristo.
Hermano de s. Chad, Ceda fue un monje en Lindisfarne, Inglaterra. Después de convertir al rey Peada a la fe en Jesucristo como Señor y Mesías, fue enviado por s. Chad a evangelizar a los Anglos de las regiones centrales. Más tarde fundó el monasterio de Lastingham, donde terminó sus días en 644.
Del obispo escocés Beano (Bean o Beanus) se sabe muy poco. Vivió entre los siglos X y XI y gobernó la diócesis de Mortlach del 1015 al 1047, probablemente el año de su muerte. La sede de su diócesis, erigida en agradecimiento por la victoria sobre los Escandinavos, fue luego transferida a Abeerdeen.
Calendario Litúrgico
26 de octubre: XXX Domingo ordinario
Solemnity
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera lectura :
Eclesiástico (Sirácide) 35, 12-17. 20-22
Segunda lectura:
2 Timoteo 4, 6-8. 16-18
Aclamación antes del Evangelio:
2 Corintios 5, 19
Evangelio:
Lucas 18, 9-14
Color litúrgico: Green
Reflexión
No tengamos en modo alguno la presunción de que vivimos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas (San Agustín)
No es suficiente preguntarnos cuánto rezamos, debemos preguntarnos también cómo rezamos. Pregunto: ¿se puede rezar con arrogancia? No. ¿Se puede rezar con hipocresía? No. Solamente debemos orar poniéndonos ante Dios, así como somos (Francisco)
‘La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes’ (San Juan Damasceno). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde ‘lo más profundo’ (Sal 130,14) de un corazón humilde y contrito? (…). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un “mendigo de Dios” (San Agustín) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.559)