Santo del 8 de enero
Conozca la Historia y la Devoción
El día 8 de enero, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.
Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 8 de enero, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!
Nacido de noble familia romana en Nórico, vive austero entre limosnas y ayuno, escuchado por potentes e incluso por bárbaros, impresionados por su santidad. Funda monasterios, soccorre a los pobres, defiende aldeas de las correrías de los bárbaros, uniendo acción y contemplación.
Lorenzo fue el primer patriarca de Venecia en 1451. Sin sermones, sólo con la pluma y sobre todo con el ejemplo, fue un gran reformador de la Iglesia. Aunque era un noble, limosneaba con un pobre sayo y una alforja para obtener "la victoria sobre sí mismo". Fue canonizado por Alejandro VIII en 1690.
Calendario Litúrgico
8 de enero: Miércoles después de Epifanía
Lecturas y Evangelio de hoy
Primera Lectura:
1 Juan 4, 11-18
Aclamación antes del Evangelio:
1 Timoteo 3, 16
Evangelio:
Marcos 6, 45-52
Color litúrgico: Blanco
Reflexión
Te pedimos, Señor, que seas nuestra ayuda y defensa. Que todos los pueblos de la tierra sepan que tú eres Dios y no hay otro, y que Jesucristo es tu siervo, y que nosotros somos tu pueblo, el rebaño que tú guías (San Clemente Romano)
Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. Él trae la esperanza: donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra (Francisco)
La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase son un signo maravilloso de que ‘Dios ha visitado a su pueblo’ (Lc 7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.503)