Santo del 13 de agosto
Abandonó una envidiable carrera civil para hacerse monje. Por defender la fe contra la herejía del monotelismo, este Padre de la Iglesia perdió la lengua y la mano derecha. Su fiesta se celebra el 13 de agosto.
Santo del 13 de agosto
Ponziano, Papa desde el 230, abdicó cuando fue exiliado a las minas de Cerdeña junto con el cismático Hipólito durante la persecución anticristiana de Maximino el tracio. Murieron de hambre y de sed en el 235. Fueron venerados como mártires en Roma. Sus restos yacen en San Calisto y en la Tiburtina.
Un cristiano muy ejemplar que educó y transmitió la fe a los jóvenes, Casiano de Imola fue torturado y sufrió el martirio por haber rechazado sacrificar a los ídolos. Murió alrededor del año 305, durante la persecución de Diocleciano. Se dice que la catedral de Imola fue construída sobre su tumba.
Hijo de un zapatero de Flandes del 1600, Juan tuvo que trabajar duro para mantener sus estudios y responder al llamado del Señor. En 1618 entró en la Compañía de Jesús y después de sólo un año fue elegido Maestro de novicios. Enviado a Roma a estudiar, murió cuando tenía sólo 22 años en 1621.
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Leia tudo...La figura de Santa Filomena está envuelta en el misterio; por eso fue excluida del Martirologio romano del 1961. A pesar de ello, se le tiene una gran devoción, especialmente en el Santuario campano de Mugnano del Cardinale (Italia) que conserva sus restos, venerados por peregrinos de todo el mundo.
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Oración del día:
"Ó S. Máximo el Confesor, humilde siervo de Dios, que encontraste en la soledad y la oración la verdadera paz, intercede por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a buscar la unidad y la fortaleza espiritual en medio de las tribulaciones, y guíanos con tu sabiduría hasta el corazón de la Santísima Trinidad. Amén."
Que en este día podamos reflexionar sobre la vida de S. Máximo el Confesor y encontrar inspiración en su entrega total a Dios, especialmente en tiempos difíciles.
El Santo del Día: La Importancia de la Santidad Cotidiana
Cada día, la Iglesia Católica conmemora la vida de uno o más santos, recordando sus virtudes y su testimonio de fe. La tradición del "Santo del Día" nos permite conocer a quienes dedicaron su existencia a Dios, sirviendo con amor y devoción a la humanidad.
¿Quiénes son los santos?
Los santos fueron hombres y mujeres que, en su caminar por este mundo, se esforzaron por seguir fielmente las enseñanzas de Cristo. Algunos sufrieron el martirio por su fe, mientras que otros dedicaron sus vidas a la oración, la caridad y la evangelización. La Iglesia los reconoce como santos tras un proceso en el que se confirman sus virtudes y los milagros atribuidos a su intercesión.
La celebración del Santo del Día
Cada santo tiene un día especial de conmemoración, generalmente en la fecha de su fallecimiento, visto como el momento de su encuentro definitivo con Dios. Esta práctica nos invita a conocer más sobre sus vidas y a dejarnos inspirar por su testimonio de santidad.
Un propósito espiritual
Celebrar el Santo del Día no es solo un recordatorio histórico, sino también un llamado a la reflexión y a la oración. A través de su intercesión, podemos pedir fuerza y aliento para afrontar los desafíos diarios con más fe y esperanza.
Conocer la vida de los santos y celebrar su legado es una manera hermosa de fortalecer nuestra fe y encontrar modelos concretos de vida cristiana. Cada uno de ellos nos deja una enseñanza sobre perseverancia, amor al prójimo y entrega total a Dios. Que sus historias nos animen a vivir con más devoción y propósito, siguiendo el camino de Cristo en nuestro día a día.