Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del 29 de julio

Santo del 29 de julio | Celebrando a Vida dos Santos da Igreja

Conozca la Historia y la Devoción

 

El día 29 de julio, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En esta fecha especial, recordamos su trayectoria, milagros y enseñanzas, que continúan inspirando a los fieles en todo el mundo.

Acompáñenos a conocer la historia del Santo del 29 de julio, descubra sus virtudes y profundice en la espiritualidad cristiana a través de oraciones y reflexiones. ¡Que su testimonio de fe fortalezca nuestro camino diario!

s. Marta, discípula del Señor

Las noticias sobre Marta de Betania, ciudad a pocos kilómetros de Jerusalén, las encontramos en los Evangelios. Hermana de Lázaro y María, sus trazos son los de una mujer diligente y meticulosa, seguramente una de las primeras en creer en Jesús. Lo hospeda en su casa varias veces, de camino a la predicación en Judea. Y es el retrato de Lucas el que ofrece más detalles de Marta, describiéndola en su cotidianeidad. Narrando una de las veces en que Jesús se encuentra a la mesa con los amigos de Betania, el evangelista escribe: «tenía ella una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude”. Le respondió el Señor: “Marta, Marta, te afanas y preocupas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada”» (Lc 10,38-42). El Maestro reprende a Marta, para hacerle comprender que su encomiable laboriosidad, corre el riesgo de hacerle descuidar su vida interior. Es una advertencia que hace reflexionar sobre lo importante que es nutrir el espíritu, la escucha de la Palabra de Dios, porque es la Palabra de Dios la que da el sentido a la actividad cotidiana. De cualquier modo, por su amorosa dedicación para ofrecer al huésped un descanso confortable en su casa, Marta es reconocida por la Iglesia como modelo de laboriosidad. En tanto que Marta y María son respectivamente el ejemplo de la acción y de la contemplación, de la vida activa y de la oración, dos aspectos que no deben faltar en un cristiano, y que no deben contraponerse, sino ser complementarios.

La profesión de fe de Marta

Marta también ha dejado un fuerte testimonio de fe. De las palabras que dirige a Jesús, que llega cuatro días después de la muerte de su hermano Lázaro, sale una confianza total, que no duda. Marta tiene una fe ilimitada en Dios, incluso frente a aquello que a los hombres les resulta imposible. «Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: “Si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá”». Esto ya representa una extraordinaria profesión de fe, pero el coloquio de Marta y Jesús continúa. Y de esta simple mujer de Betania aprendemos lo que significa creer en Jesucristo. «Le dice Jesús: “Tu hermano resucitará”. “Ya sé, le respondió Marta, que resucitará el último día, en la resurrección”. Jesús le respondió: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mi, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Le dice ella: “Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo”» (Jn 11, 20-27). Es la esencia del cristianismo. Marta en su respuesta, condensa toda su fe, que es también la fe de todo creyente. Una pequeña respuesta en la cual, cada cristiano encuentra su propósito de vida.

Los orígenes de la memoria litúrgica

La tradición narra que, después de las primeras persecuciones contra los cristianos, Marta, María y Lázaro, y otros discípulos que seguían a Jesús, dejaron su tierra y llegaron hasta Saintes-Maries-de-la-Mer, en Provenza, donde llevaron el credo cristiano. Fueron los franciscanos, en 1262, los que primero celebraron Santa Marta el 29 de julio, ocho días después de la fiesta de Santa María Magdalena. En Betania, hoy llamada El-Azariyeh (el lugar de Lázaro), se encuentra todavía el sepulcro de Lázaro y un santuario construido sobre algunos restos bizantinos y cruzados, que a su vez custodian otros lugares preexistentes. Probablemente se encontraba aquí la casa de Marta. La iglesia de cruz griega del santuario está cubierta por mosaicos que representan los episodios evangélicos en los que son protagonistas Marta, María y Lázaro.

Link

- http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/it/audiences/2012/documents/hf_ben-xvi_aud_20120425.html

- http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/it/angelus/2010/documents/hf_ben-xvi_ang_20100718.html

- http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/it/angelus/2008/documents/hf_ben-xvi_ang_20080309.html

Félix, o Felicio, fue uno de los primeros mártires cristianos de la historia, de cuya vida poco o nada se sabe. Se conoce solo con certeza el lugar de su sepultura en Roma, cerca de la tercera milla de la Via Portuense, en el cementerio que más tarde tomó el nombre de este Santo.  
s. Beatriz

En la época de Diocleciano, se intensificaron las persecuciones contra los cristianos. Los hermanos de Beatriz, Simplicio y Faustino, fueron asesinados por ser cristianos, y sus cuerpos fueron arrojados al río Tíber desde el puente Emilio, a la altura de la isla Tiberina. El dolor y el miedo debían haber invadido el corazón de Beatriz, que sin embargo siguió buscando los cuerpos de sus hermanos para darles una digna sepultura. Gracias a la ayuda de dos sacerdotes, logró rescatarlos de la corriente del río. Los sepultó en el mismo lugar donde después fue llevado también su cuerpo.

El martirio por Cristo

En efecto, Beatriz sufrió la misma suerte de sus hermanos: fue denunciada como cristiana, encarcelada y, a pesar de las amenazas, perseveró en la fe hasta morir mártir. Otra mujer, Lucina, dio sepultura a Beatriz en la cantera de puzolana donde habían sido enterrados sus hermanos.

La catacumba de Generosa

La catacumba llamada “de Generosa” surgía en la vía Portuense; así, a los santos de esa catacumba se les llamó los Mártires Portuenses. En ella se descubrió una pintura del siglo VI, llamada “Coronatio Martyrum”, en la que se pueden apreciar cinco personajes: en el centro Cristo, que da la corona del martirio a Simplicio, a cuyo lado está Beatriz; a la izquierda se pueden apreciar las figuras de Faustino, con la palma del martirio en una de sus manos, y Rufo.

Las reliquias de la Santa Beatriz y sus hermanos fueron trasladadas al Oratorio de la Iglesia de Santa Bibiana aproximadamente en el año 682, por orden del Papa León II. Cuando esta iglesia fue restaurada, el arca de mármol con los restos de los mártires fue llevada a Basílica de Santa María la Mayor. Parte de las reliquias se encuentran en otras zonas de Europa, la más significativa en Alemania.

Beatriz, un nombre amado

El nombre de Beatriz se ha difundido y amado gracias al culto a la mártir romana. Su difusión creció también a causa de la fama de diversas figuras, como Beatriz Portinari, la mujer que amó Dante Alighieri.

s. Lázaro

Los amigos de Jesús

Lázaro y sus hermanas, Marta y María, eran amigos fraternos de Jesús de Nazaret. Vivían en Betania, a casi tres kilómetros de Jerusalén, y Jesús era a menudo su huésped.  El afecto que Jesús nutría por el amigo es testimoniado por las palabras que Marta y María mandan decirle llamándolo a la cabecera del hermano, registradas en el Evangelio de Juan: “Señor, el que tú amas está enfermo”. Y luego, a la llegada de Jesús, aparentemente tarde ya para salvarlo, “Si hubieras estado aquí”,  dice Marta, “mi hermano no habría muerto”. Pero también los testigos del episodio, notando la conmoción de Jesús y sus lágrimas ante el sepulcro cerrado del amigo, murmuran entre ellos “¡Cómo lo amaba!” (cf. Jn 11,3.21.36). Las referencias al afecto de Jesús por Lázaro han hecho retener a algunos plausible la identificación del “discípulo que Jesús amaba”, no con San Juan Evangelista (como es habitualmente aceptado), sino con el amigo Lázaro.

El episodio de la resurrección de Lázaro, que es narrado solamente en el Evangelio de Juan, tiene naturalmente un valor profético y simbólico, porque preanuncia la Resurrección de Cristo. La casa de Betania y el sepulcro vacío de Lázaro se convierten rápidamente, desde los primeros tiempos del cristianismo, en meta de peregrinaciones en la víspera del domingo de Ramos, como atestigua San Gerónimo, y en época medieval junto a la tumba de Lázaro habría sido fundado un monasterio que podía contar con la protección del mismo Carlo Magno.  

Vivir después de la muerte

El relato de Juan narra que el episodio de la resurrección de Lázaro hizo que muchos de los presentes al milagro se convirtiesen y creyesen en Jesús. Esto hizo aumentar el clima de sospecha y de odio hacia Jesús por parte de los sumos sacerdotes y de los fariseos, que veían en él a un peligroso agitador. Además, cuando Lázaro asistió a un banquete en honor de Jesús, decidieron matarlo también a él, porque mucha gente había acudido a verlo y había creído que Jesús era el Hijo de Dios.

El enigma de las reliquias

Según la tradición oriental, Lázaro, después de la Muerte y Resurrección de Jesús, se habría trasladado a Chipre donde habría sido obispo por treinta años. Esta tradición es refrendada por el descubrimiento en Citio, la actual Lárnaca, en el año 890, de una lápida sobre la cual están grabadas estas palabras: “Lázaro, el amigo de Cristo”. Las reliquias fueron luego trasladadas a Costantinopla por orden del emperador León VI el Filósofo, y finalmente a Francia por obra de los Cruzados. Sin embargo el traslado de las reliquias podría haber sido solo parcial, porque en 1972 fue hallada en Lárnaca un arca de mármol con las  reliquias que se atribuyen al mismo Lázaro. Otra versión de la historia dice en cambio que Lázaro, Marta, María y un cierto Máximo fueron embarcados en un bote sin remos, ni velas, ni timón y que esta barca habría llegado a las costas de la Francia meridional. Esta versión entra a formar parte también de la “Leyenda Dorada” de Santiago de la Vorágine que relata que Lázaro y sus hermanas habrían ido a predicar a Francia, donde Lázaro se habría convertido en el primer obispo de Marsella. Aquí habría sido martirizado bajo la persecución del emperador Nerón.

Calendario Litúrgico

29 de julio: Memoria de de Santas Marta, María y Lázaro

Memorial

Lecturas y Evangelio de hoy

Lectura I: Éxodo 33, 7-11; 34, 5b-9. 28
Salmo Responsorial: Del Salmo 102
Aclamación antes del Evangelio: Juan 8, 12
Evangelio: Juan 11, 19-27
O bien:: Lucas 10, 38-42

Color litúrgico: White

Reflexión

  • La vida de Marta, es nuestro mundo; la vida de María es el mundo que esperamos. Vivamos la de aquí con rectitud para obtener plenamente la otra (San Agustín)

  • La palabra de Cristo es clarísima: no desprecia la vida activa, y mucho menos la generosa hospitalidad; pero recuerda el hecho de que la única cosa verdaderamente necesaria es otra: escuchar la Palabra del Señor (Benedicto XVI)

  • Es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 131)

  • 📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
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